miércoles, 21 de enero de 2009

Periodista precoz e incognito

Arthur Rimbaud, periodista 'inédito' a los 16 años


Un artículo desconocido hasta ahora y firmado con seudónimo demuestra la precocidad del poeta

Enviado especialCANNES.- El sueño de Bismarck es la prueba material que relaciona a Rimbaud con el ejercicio del periodismo. Un artículo patriótico en tiempos del conflicto franco-prusiano que el poeta escribió a los 16 años valiéndose de un seudónimo misterioso, Jean Boudry, y de un lenguaje enardecido.
El texto apareció entre las páginas del Le Progrès des Ardennes el 25 de noviembre de 1870, aunque ha sido ahora, 138 años más tarde, cuando lo ha desempolvado Patrick Taliercio, un joven realizador francés que buscaba novedades para dar sentido y originalidad a la biografía en celuloide del maldito Arthur Rimbaud (1854-1891).
De hecho, el ejemplar original del Le Progrès, divulgado ayer como un acontecimiento nacional en Le Figaro, estaba almacenado entre los papeles y los legajos de un anticuario de Charleville, la villa natal del prodigio. Taliercio se llevó el periódico a cambio de 30 euros y acudió a los especialistas de Rimbaud para cerciorarse de la máscara de Jean Boudry.
El primer indicio era, en efecto, el seudónimo, utilizado esporádicamente por el autor de Las iluminaciones en otros avatares de transformismo identitario. La segunda razón consistía en el estilo. Todavía académico, encorsetado y retórico, pero representativo igualmente de una personalidad pujante que estaba a punto de alumbrar Le Bateau ivre (1871).
«No cabe duda de que el texto es de Rimbaud», asegura el especialista Jean-Jacques Lefrère. «La fecha de publicación, el contexto histórico, la cuestión estilística y las inquietudes del autor responden perfectamente a las coordenadas de un hallazgo verosímil, por no decir irrefutable».
La única duda provenía, en realidad, del entusiasmo patriótico con que Jean Boudry se dirige a sus lectores en la portada del periódico. Rimbaud mantuvo distancias con el fervor nacionalista. No sólo en los años posteriores a la publicación del artículo. También en agosto de 1870, tal como lo prueba su intercambio epistolar con Georges Izambard, su profesor de retórica en la academia. «Mi patria se levanta», le escribe Rimbaud. «Pero yo prefiero estar sentado. Acepto de mal grado esta fiebre de espadachines. Me molesta la estupidez con que mi ciudad se siente superior a la que las circundan», añade en otro pasaje de la carta al maestro.
El texto recogido en el Le Progrès des Ardennes lleva como subtítulo la acotación de una fantasía. Y Rimbaud aprovecha semejante libertad para desmarcarse de cualquier pretensión informativa o documental.
Cita a Bismarck en cinco ocasiones. Le dedica una oda invertida. Lo imagina fumando su pipa con las manos sobre el mapa de Francia. Incluso lo presenta meditando sobre la manera de conquistar el símbolo de París.
«¡París, París! ¡Soñó tanto con París despierto que la somnolencia se va adueñando de él dulcemente!», escribe Rimbaud. «Y su frente se inclina hacia el papel. Y maquinalmente, el horno de su pipa, que ha escapado de sus labios, se abate sobre el feo punto negro».
El profesor Lefrére no considera las dos columnas una obra maestra, pero le atribuye otros méritos como la soltura en el plano metafórico, la prematura madurez, el vigor literario y la erudición del lenguaje. Sin olvidar las implicaciones biográficas y profesionales que supone la aparición del periódico tantos años después de su muerte.
¿Fue entonces Arthur Rimbaud periodista? ¿Hubo otros artículos con seudónimo en el Le Progrès des Ardennes? Las preguntas abren un horizonte insospechado y rectifican la versión según la cual el poeta no ejerció de plumilla porque le cerraron las puertas en el diario de Charleroi (Este de Francia) al que había ido a probar fortuna con 16 años.
«Hasta ahora pensábamos sinceramente que ése contratiempo había dado por zanjada las pretensiones de un carrera periodística de Rimbaud», explica Jean-Jacques Lefrére. «Ahora tenemos la prueba, en cambio, de que colaboró con un diario local. Hay que retomar las investigaciones. Buscar en las hemerotecas. Indagar si existen otros ejemplares del Le Progrés en los que Rimbaud pudiera haber colaborado con el mismo seudónimo».
No hay demasiadas razones para el optimismo. Bien porque el diario tuvo una vida efímera o bien porque las instalaciones donde se alojaban los archivos quedaron sepultados por un bombardeo alemán.
El director de la Biblioteca de Charleville, Gérard Martin, admitía que únicamente se conservan 15 números. Y reconocía a regañadientes que en ninguno de ellos aparece la firma del misterioso Boudry.
Hay otra razón pintoresca que contradice las expectativas de hallar un tesoro literario. Resulta que al director del periódico, un tal Jacoby, no le gustaban demasiado los artículos del muchacho. Prefería «crónicas de actualidad y de utilidad inmediata», tal como puede deducirse de los documentos que ha encontrado Patrick Taliercio en sus pesquisas.
Todas ellas favorecen la verosimilitud de la paternidad de Rimbaud, aunque no ha sido fácil despojar el acontecimiento de las precauciones. Tanto por la importancia que entrañaba El sueño de Bismarck como porque el poeta francés ha sido víctima póstuma de falsificaciones.
Ninguna tan conocida y lamentable como la que protagonizó el crítico literario Pascal Pia en 1949. Lamentable porque el sujeto en cuestión anunció haber encontrado el manuscrito perdido de La chasse spirituelle.
Fue una sacudida en el mundo de las letras. Y un escándalo equivalente cuando se vino a saber que Pia había redactado e inventado el incunable para rentabilizar a su beneficio la memoria y los derechos del prodigio.
«Es impresionante la madurez que Rimbaud demuestra en El sueño de Bismarck», razona el profesor Lefrére. «El artículo recuerda a un poema casi contemporáneo, Le Dormeur du val, donde el poeta se pronuncia contra el dolor de la guerra oponiendo la dulzura de la naturaleza. La diferencia entre ambas obras estriba probablemente en el enfoque».
El hallazgo del texto también acarrea las prosaicas connotaciones crematísticas. La Biblioteca de Charleville quiere comprárselo «como sea» a Patrick Taliercio, aunque el joven realizador francés sopesa quedárselo como un símbolo del documental o informarse de los dineros que podría conseguir en caso de llevarse a efecto una subasta internacional.
Los expertos creen que el precio rondaría los 4.000 euros. Porque no se trata de un manuscrito. Porque el ejemplar del Le Progrés no está bien conservado (faltan algunas palabras del artículo de Rimbaud). Y porque podrían aparecer otras copias con la fecha del 25 de noviembre de 1870. Aquél día, Arthur Rimbaud se bautizó como periodista.

Fuente: http://www.elmundo.es/papel/2008/05/23/cultura/2399224.html

sábado, 17 de enero de 2009

Pelicula Sobre Rimbaud

Su relación sentimental con Verlaine en París y Londres fue llevada al cine el año 1995, en una notable película conocida en España Vidas al límite (título original: Total Eclipse), dirigida por la directora polaca Agnieszka Holland, con las interpretaciones de Leonardo Di Caprio en el papel de Rimbaud y David Thewlis en el de Verlaine. Dicha película está editada en DVD. Más recientemente, existe una nueva interpretación de Ben Whishaw en la película biográfica de Todd Haynes I'm Not There.

[B]Total Eclipse (1995) DVDRip[/B] 750)



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miércoles, 14 de enero de 2009

miércoles, 31 de diciembre de 2008







Jean Arthur Rimbaund












La inquietante personalidad de Jean Arthur Rimbaund (1854-1891) ya entró desde hace muchos años, y definitivamente, en la categoría de los mitos. Su figura adolescente se vuelca desde el fondo de los tiempos contra nosotros, injuriándonos, crispado por la cólera que se revuelve en su espíritu, ofreciéndonos una imagen única de lo que el autor comprende como literatura. A los diecinueve años cambia su obra rebelde, revolucionaria y vidente por una vida aventurera. Es cuando deja de escribir, pero ya entonces era el autor que más caminos había encontrado para su expresión. Como diría Paul Claudel, Una temporada en el Infierno es la obra de un místico en estado salvaje.
BIOGRAFIA - Arthur Rimbaud nació en Charleville, una pequeña y tranquila ciudad del norte de Francia, cercana a la frontera belga, el 20 de octubre de 1854. Sus padres fueron el capitán Frederic Rimbaud y Vitalie Cuif, hija de una familia de pequeños terratenientes de la zona. Compartió su infancia y vida en el hogar con su hermano Frederic y sus dos hermanas, Vitalie e Isabelle.El padre abandonó la familia cuando Arthur tenía seis años, dejando a está con unos ingresos muy reducidos. La madre, que se hizo cargo de la administración de la casa y cuidado de los niños, tuvo una gran influencia en el desarrollo del primer carácter del joven Rimbaud.En realidad Vitalie fue una madre muy rígida y estricta en lo concerniente a la educación de sus hijos. Todos los días los iba a buscar a la salida del colegio y no les permitía mezclarse con otros niños. Inculcó en ellos unas enseñanzas profundamente religiosas.A los once años Rimbaud entró en el instituto de Charleville, destacando pronto como uno de sus más brillantes alumnos. Fue uno de los mejores y más prometedores estudiantes, siendo considerado siempre como un modelo por los profesores del centro, y obtuvo casi todos los premios en los exámenes finales cuando tenía sólo catorce años, frente a alumnos de mucha más edad.Influyó mucho en su formación el profesor Izambaud, que tenía sólo veintiún años cuando llegó al instituto en 1870, convirtiéndose en un amigo y mentor del destacado alumno y fomentando el desarrollo excepcional y precoz de Rimbaud.El comienzo de la guerra Franco-Prusiana en 1870 coincidió con el final del curso escolar, en el que Arthur recogió gran cantidad de premios del instituto. Pero este sería el final de su formación académica. No tenía aún dieciséis años.Rimbaud se escapó de casa por primera vez en el verano de 1870. Después de viajar sin billete en el tren hasta París y de pasar casi una semana en los calabozos de la policía, fue Izambaud quien lo devolvió junto a su madre en Charleville. Pero este fue sólo el inicio de sus numerosos vagabundeos de aquella época por el norte de Francia, París e incluso Bruselas.Durante el tiempo que pasaba en su pueblo natal su forma de comportarse cambió radicalmente. El estudiante ejemplar se había convertido en un gamberro: se paseaba con aspecto desaseado, el pelo largo, la ropa raída, fumando en pipa y bebiendo y blasfemando por los bares de la zona.Sin embargo, también fue una época de producción intelectual. El descubrimiento de la obra de Baudelaire y Verlaine, junto a su estudio en profundidad de los tratados ocultistas e iluministas influyeron en su poesía.En sus "Lettres du Voyant", 2 cartas escritas en 1871, esboza su doctrina poética: La poesía debe dejar de ser una expresión personal, reflejo del mundo que la rodea, y no ser un fin en si misma sino un medio para explorar el más allá y un vehículo para llegar hasta él. La literatura estará ligada con el don profético y con el misticismo. El poeta se convertirá en un médium. "Je est un autre" (Yo es otro), repite varias veces. Es célebre también :"Le Poète se fait voyant par un long, inmense et raisonné dèréglement de tous les sens" (El poeta se hace vidente por medio de un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos).
Entre sus poemas de este tiempo destaca "El Barco Ebrio", donde Rimbaud alcanzó una de las cumbres de su arte y produjo también una de las grandes obras maestras de la poesía francesa. Sólo contaba dieciséis años.Rimbaud envió sus poemas a Verlaine, que se sorprendió de la originalidad de los mismos y contestó con una invitación a viajar a París. No sólo le mandó dinero para el billete del tren, sino que le alojó con él y su esposa. La llegada se produjo en el otoño de 1871. Por entonces Verlaine vivía con su mujer y sus suegros en una respetable villa de París. Rimbaud se presentó extraordinariamente sucio y desaliñado, sin equipaje de ningún tipo excepto una considerable carga de piojos. Si añadimos a esto el comportamiento salvaje del joven poeta, no es de extrañar que la familia lo rechazara inmediatamente. Verlaine, sin embargo, distaba mucho de la estrechez de miras de sus suegros y enseguida se unió fuertemente al recién llegado. La familia de Verlaine culpó a Rimbaud de ser una mala influencia sobre él, pero lo cierto es que el primero ya tenía antecedentes de alcoholismo y comportamiento violento antes de la llegada del su joven amigo. Ambos poetas mantuvieron una relación complementaria e intensa durante los siguientes años.Cuando Rimbaud se fue de la casa, Verlaine lo buscó y lo encontró varias semanas más tarde viviendo en la calle y en un estado penoso. Lo alojó durante cierto tiempo en habitaciones y estudios de amigos poetas y artistas hasta que alquilaron una pequeña habitación.Cuando su poesía y su persona fueron rechazados por los círculos de letras de París, Rimbaud no hizo nada para congraciarse, sino que ponía todo lo que estaba de su parte para hacerse desagradable. Una noche, en una cena literaria se comportó de manera vergonzosa y nunca más volvió a ser invitado. Rimbaud, bastante borracho, marcaba el final de cada verso que era recitado con la palabra merde, pronunciada con voz clara y fuerte. Cuando el fotógrafo Carjat se encaró con él, el poeta desenvainó el bastón-espada de Verlaine. Finalmente, los otros comensales lograron calmarle.Los dos poetas pasaban el tiempo bebiendo ajenjo y manteniéndose en un estado de más o menos permanente ebriedad. Experimentaban con el opio y otras drogas, y cuando cerraban los cafés continuaban sus juergas y orgías en el pequeño cuarto hasta bien entrada la mañana. Estos excesos de todo tipo eran buscados deliberadamente por Rimbaud, como parte del camino que debería desembocar en el completo desarreglo de todos los sentidos.El período que va desde mediados de 1872 hasta julio del 1873 fue abundante en viajes para los dos amigos. Ambos partieron de París en julio de 1872 con destino a Bruselas. Mathilde, la esposa de Verlaine, corrió a buscar a su marido con el propósito de llevarlo de regreso a Francia; pero no lo consiguió, ya que Verlaine decidió continuar con Rimbaud.En septiembre de 1872 se trasladan a Londres, en donde permanecen hasta abril de 1873, fecha en que Rimbaud retorna a la granja familiar en Roche, y en la que comienza a escribir "Una Temporada en el Infierno", su más célebre libro de poemas.Pero Verlaine, que se siente angustiado y solo, sin su amigo y sin su familia, convence a Rimbaud para volver a Londres. Esta nueva etapa en Inglaterra supone para los dos poetas una época de desencuentros, peleas y rencillas. Rimbaud despreciaba a Verlaine por su debilidad y por su autocompasión. Verlaine detestaba las burlas, las "escenas" y el comportamiento cruel y violento de su joven amigo.Finalmente, en julio de 1873, Verlaine abandona a Rimbaud para volver a Bruselas, desde donde escribe a su familia y amigos anunciando su intención de suicidarse. El 8 de julio telegrafía a Rimbaud pidiéndole que acuda a reunirse con él.Cuando Rimbaud llegó al hotel donde se alojaba Verlaine, lo encontró ebrio y sumamente excitado. Intentó tranquilizarlo, sin conseguirlo, durante largo tiempo. Cuando, cansado, le comunicó que partiría de inmediato hacia París fue cuando se produjo el desenlace que terminaría con la amistad entre los dos poetas.Verlaine sacó una pistola y disparó dos veces, hiriendo a Rimbaud en una muñeca. Después Verlaine se desmoronó. Entró en una crisis de llanto y le tendió el arma a Rimbaud, rogándole que acabase con él. Más tarde, y ya más calmado, acompañó a su amigo al hospital, en donde le vendaron la herida. Finalmente fueron juntos hasta la estación del ferrocarril, ya que Rimbaud continuaba inflexible en su propósito de abandonar Bruselas.Cuando vió que su amigo se disponía a subir al tren, Verlaine volvió a perder por completo el dominio de si mismo. Rimbaud vió como empuñaba la pistola dentro del bolsillo del abrigo y, temiendo que le disparase de nuevo, huyó para pedir protección a la policía.Verlaine pasó dos años en prisión como consecuencia de las acusaciones que el estado belga vertió sobre él. En cuanto a Rimbaud, este episodio provocaría el final de su intensa relación con Verlaine, con el que volvería a encontrarse fugazmente en otra única ocasión, en 1875, tras la salida de la cárcel de este último. En julio de 1873 Rimbaud vuelve a Roche y termina "Una Temporada en el Infierno". El poeta llevó a París algunos ejemplares del libro, que había editado personalmente en Bélgica, y los repartió entre sus amigos y conocidos. Pero "Una Temporada en el Infierno" fue mal acogido por los círculos literarios parisinos y Rimbaud regresó apesadumbrado a Charleville, donde arrojó al fuego todos sus papeles y manuscritos. No se sabe con certeza si el último trabajo literario de Rimbaud fue "Una Temporada en el Infierno" en 1873 o si algunos de los poemas de las "Iluminaciones" fueron escritos con posterioridad a esta fecha. Sin embargo, los biógrafos están de acuerdo en afirmar que Rimbaud abandonó definitivamente la literatura entre los años 1873-1875; es decir, cuando solamente tenía veinte años de edad. Rimbaud estuvo en Inglaterra en 1874, y después partió para emprender una vida de vagabundeo que durante los cinco años siguientes le llevaría a recorrer toda Europa, aventurándose incluso hasta El Cairo, Alejandría y las Indias Orientales. Así, en 1879 ya había cruzado los Alpes a pie, se había alistado en la armada colonial holandesa y desertado en la isla de Java, había visitado Egipto y trabajado como capataz en la isla de Chipre, sufriendo en todos estos lugares enfermedades y penurias. En 1880 encontró trabajo al servicio de un comerciante de café en Adén (en el Yemen actual), el cual lo envió como delegado comercial a Harar (en la actual Etiopía). Fue el primer hombre blanco en viajar a la región de Ogaden en Etiopía y la narración de su expedición fue publicada por la Sociedad Nacional Geográfica de Francia en 1884. Más adelante probó también fortuna como traficante de armas e incluso como tratante de esclavos, en distintas expediciones al interior de África. Durante todo este tiempo Rimbaud permaneció en contacto con su familia por medio de numerosas cartas, en las que constantemente se quejaba de las duras condiciones de su vida diaria. Cualquier rastro de su afán literario había desaparecido y su principal ambición era entonces el ahorrar tanto dinero como fuera posible, para poder vivir holgadamente a su retorno a Francia. Durante este periodo de expatriación, Rimbaud empezó a ser reconocido en Francia como poeta. Verlaine había escrito sobre él en "Los Poetas Malditos" (1884) y publicado una selección de sus poemas, que fueron recibidos con entusiasmo. Habiendo tratado de ponerse en contacto con Rimbaud, y sin haber obtenido respuesta, Verlaine llegó a pensar que éste había muerto. En 1886 se publicaron en La Vogue los poemas en prosa de las "Iluminaciones", que Verlaine presentó como el trabajo del último Arthur Rimbaud. Rimbaud tuvo que vender todas sus propiedades en Etiopía cuando, en febrero de 1891, enfermó de un tumor en la rodilla. Fue enviado a Francia donde poco después de su llegada a Marsella tuvieron que amputarle la pierna derecha. En julio volvió a la granja de su familia en Roche, pero su salud empeoró. En agosto regresó a Marsella, donde permaneció en un hospital hasta su fallecimiento, el 10 de noviembre de 1891. El único libro que Rimbaud publicó durante su vida fue "Una temporada en el Infierno", editado a expensas del propio poeta. Rimbaud sólo llegó a recibir de la editorial los cinco o seis volúmenes reservados al autor, y el resto de los ejemplares nunca fue distribuido. En el año 1901 se encontró en un almacén belga la totalidad de la edición de esta obra, que nunca fue pagada ni recogida por el poeta. Sin embargo, durante la última etapa de su vida Rimbaud gozó de cierta notoriedad entre los círculos literarios franceses. Esto se debió en parte a la aparición de una selección de sus poemas en el libro "Los Poetas Malditos" de Verlaine y a la publicación de las "Iluminaciones" en la revista La Vogue en 1886; y también en parte al aura de leyenda que comenzó a forjarse en torno a la figura del poeta. Así se refleja en el texto aparecido en la revista La France Moderne, en febrero del 1891, cuando sus redactores creyeron haber dado con el paradero de Rimbaud en África:
"¡Esta vez lo hemos encontrado! Sabemos dónde se halla Arthur Rimbaud, el gran Rimbaud, el único Rimbaud verdadero, el Rimbaud de las Illuminaciones. Proclamamos conocer el escondite del famoso desaparecido." Después de la muerte de Rimbaud se realizaron numerosas recopilaciones de su obra. La clasificación generalizada de sus primeros poemas los divide en dos grupos: "Poemas" (escritos antes de la llegada de Rimbaud a París en 1871 y que son los recopilados y prologados por Verlaine en "Poesías Completas" (1895)) y "Nuevos Versos y Canciones" (publicados con posterioridad). Obra:Poemas (o "Primeros Poemas", hasta 1871) Nuevos Versos y Canciones (conocidos también como "Últimos Versos", escritos en 1872) Una temporada en el infierno (1873) Iluminaciones (recopilados por el propio Rimbaud en 1874) Otras obras: Cartas del Vidente (las llamadas Letres du Voyant, son dos cartas escritas en 1871 a sus amigos Izambard y Paul Demeny, en las que Rimbaud esboza su doctrina poética). Album Zutique (se llama así a los poemas satíricos escritos por el grupo de amigos de Verlaine - apodados el Circle Zutique - que se reunía en el Hotel des Etrangers y que ridiculizaba frecuentemente la obra de otros poetas). Les Stupra (tres poemas satírico-obscenos atribuidos a Rimbaud, escritos en 1872 y publicados por primera vez en el 1923). Cartas desde África (son las escritas durante la etapa africana de Rimbaud a su familia, en las que tan amargamente se quejaba del aburrimiento y las penalidades pasadas en Harar). Un Couer dans une Soutane ("Un Corazón bajo una Sotana". Texto atribuido a Rimbaud, escrito en torno al 1870).











Arthur descansa en CHARLEVILLE, Francia











FRAGMENTOS DE SUS LIBROS:

Iluminaciones
DESPUÉS DEL DILUVIO
Tan pronto como la idea del Diluvio se hubo serenado, Una liebre se detuvo entre las esparcetas y las campanillas móviles y dijo su plegaria al arco iris a través de la tela de araña.¡Oh!, las piedras preciosas que se ocultaban, - las flores que miraban ya.En la ancha calle sucia se alzaron los tenderetes, y arrastraron las barcas hacia el mar escalonado arriba como en los grabados.La sangre corrió, en casa de Barba Azul, - en los mataderos, - en los circos, donde el sello de Dios palideció las ventanas. La sangre y la leche corrieron.Los castores construyeron. Los "mazagranes" humearon en los cafetines.En la casona de cristales, todavía chorreante, los niños de luto contemplaron las maravillosas imágenes.Una puerta crujió, - y en la plaza de la aldea, el niño hizo girar sus brazos, comprendido por las veletas y los gallos de los campanarios de todas partes, bajo el resplandeciente aguacero.Madame *** instaló un piano en los Alpes. La misa y las primeras comuniones se celebraron en los cien mil altares de la catedral.Partieron las caravanas. Y el Splendide-Hôtel fue edificado en el caos de hielos y noche polar.Desde entonces, la Luna oyó gimotear a los chacales por los desiertos de tomillo, - y a las églogas en zuecos gruñir en el huerto. Luego, en el oquedal violeta, lleno de brotes, Eucaris me dijo que era la primavera.- Mana, estanque, - rueda, Espuma, sobre el puente, y por encima de los bosques; - paños negros y órganos, - relámpagos y trueno, - subid y rodad; - Aguas y tristeza, subid y reanimad los Diluvios.Porque desde que se disiparon, - ¡oh las piedras preciosas enterrándose, y las flores abiertas! - ¡qué aburrimiento!, y la Reina, la Bruja que enciende su brasa en la olla de barro, nunca querrá contarnos lo que ella sabe, y que nosotros ignoramos.

INFANCIA
I
Este ídolo, ojos negros y crin amarilla, sin padres ni corte, más noble que la fábula, mexicana y flamenca; su dominio, azur y verdor insolentes, corre sobre playas nombradas, por olas sin bajeles, de nombres ferozmente griegos, eslavos, célticos.En la linde del bosque, - las flores de ensueño tintinean, estallan, relumbran, - la muchacha de labio de naranja, con las rodillas cruzadas en el claro diluvio que surge de los prados, desnudez que ensombran, atraviesan y visten los arco iris, la flora, el mar.Damas que dan vueltas en las terrazas vecinas al mar; infantas y gigantas, soberbias, negras en el musgo cardenillo, joyas alzadas sobre el suelo feraz de los bosquetes y de los jardincillos deshelados, - jóvenes madres y hermanas mayores de miradas llenas de peregrinaciones, sultanas, princesas de andares y atuendo tiránicos, pequeñas forasteras y personas dulcemente desdichadas.Menudo aburrimiento la hora del "querido cuerpo" y "querido corazón".
IIEs ella, la pequeña muerta, detrás de los rosales. - La joven mamá difunta baja la escalinata. - La calesa del primo rechina en la arena. - El hermano pequeño - (¡está en las Indias!) ahí, ante el crepúsculo, sobre el prado de claveles. - Los viejos que han enterrado totalmente tiesos en la muralla de los alhelíes.El enjambre de hojas de oro rodea la casa del general. Están en el sur. - Se sigue el sendero rojo para llegar al albergue vacío. El castillo está en venta; las persianas están desprendidas. - El cura se habrá llevado la llave de la iglesia. - Alrededor del parque, las casetas de los guardas están deshabitadas. Las empalizadas son tan altas que sólo se ven las cimas rumorosas. Además dentro no hay nada que ver.Los prados suben hacia las aldehuelas sin gallos, sin yunques. La esclusa está levantada. ¡Oh los Calvarios y los molinos del desierto, las islas y las muelas!Zumban flores mágicas. Los taludes le mecían. Circulaban animales de una elegancia fabulosa. Las nubes se agolpaban sobre la alta mar hecha de una eternidad de cálidas lágrimas.
III
En el bosque hay un pájaro; su canto os detiene y os hace sonrojar.Hay un reloj que no suena.Hay un hoyo con un nido de animales blancos. Hay una catedral que baja y un lago que sube.Hay un cochecito abandonado en el bosquecillo, o que desciende por el sendero corriendo, adornado con cintas. Hay una compañía de pequeños comediantes con trajes de escena, divisados en el camino por entre la linde del bosque.Hay en fin, cuando se tiene hambre y sed, alguien que os echa.
IV
Yo soy el santo, orando en la terraza, - como los animales pacíficos pacen hasta el mar de Palestina.Yo soy el sabio en el sillón umbrío. Las ramas y la lluvia se arrojan contra el ventanal de la biblioteca.Yo soy el peatón del camino real entre los bosques enanos; el murmullo de las esclusas cubre mis pasos. Veo largo rato la melancólica lejía dorada del poniente.Con gusto sería el niño abandonado en la escollera que partió hacia alta mar, el pajecillo que sigue la alameda cuya frente toca el cielo.Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil. ¡Qué lejos están los pájaros y las fuentes! Esto sólo puede ser el fin del mundo, que avanza.
V
Que me alquilen por fin esa tumba, blanqueada a la cal con las líneas del cemento en relieve - muy lejos bajo tierra.Me acodo en la mesa, la lámpara ilumina vivamente estos periódicos que, idiota de mí, releo, estos libros sin interés.A una distancia enorme por encima de mi salón subterráneo, las casas se implantan, las brumas se reúnen. El barro es rojo o negro. ¡Ciudad monstruosa, noche sin fin!No tan alto, están las cloacas. A los lados, nada más que el espesor del globo. Acaso los abismos de azur, pozos de fuego. Acaso sea en esos planos donde se encuentran lunas y cometas, mares y fábulas.En las horas de amargura imagino bolas de zafiro, de metal. Soy dueño del silencio. ¿Por qué una apariencia de tragaluz palidecería en el rincón de la bóveda?
Cartas del vidente
Por Arthur Rimbaud
Versión: Ramón Buenaventura
PRIMERA CARTA:
De Arthur Rimbaud a Georges Izambard
Charleville, [13] mayo 1871
Estimado señor:
Ya está usted otra vez de profesor. Nos debemos a la sociedad, me tiene usted dicho: forma usted parte del cuerpo docente: anda por el buen carril. — También yo me aplico este principio: hago, con todo cinismo, que me mantengan; estoy desenterrando antiguos imbéciles del colegio: les suelto todo lo bobo, sucio, malo, de palabra o de obra, que soy capaz de inventarme: me pagan en cervezas y en vinos. Stat mater dolorosa, dum pendet filius, — Me debo a la Sociedad, eso es cierto; — y soy yo quien tiene razón. Usted también la tiene, hoy por hoy. En el fondo, usted no ve más que poesía subjetiva en este principio suyo: su obstinación en reincorporarse al establo universitario —¡perdón!— así lo demuestra. Pero no por ella dejará de terminar como uno de esos satisfechos que no han hecho nada, porque nada quisieron hacer. Eso sin tener en cuenta que su poesía subjetiva siempre será horriblemente sosa. Un día, así lo espero, — y otros muchos esperan lo mismo —, veré en ese principio suyo la poesía objetiva: ¡la veré más sinceramente de lo que usted sería capaz! Seré un trabajador: tal es la idea que me frena, cuando las cóleras locas me empujan hacia la batalla de París —¡donde, no obstante, tantos trabajadores siguen muriendo mientras yo le escribo a usted! Trabajar ahora, eso nunca jamás; estoy en huelga. Por el momento, lo que hago es encanallarme todo lo posible. ¿Por qué? Quiero ser poeta y me estoy esforzando en hacerme Vidente: ni va usted a comprender nada, ni apenas si yo sabré expresárselo. Ello consiste en alcanzar lo desconocido por el desarreglo de todos los sentidos. Los padecimientos son enormes, pero hay que ser fuerte, que haber nacido poeta, y yo me he dado cuenta de que soy poeta. No es en modo alguno culpa mía. Nos equivocamos al decir: yo pienso: deberíamos decir me piensan. — Perdón por el juego de palabras.
YO es otro. Tanto peor para la madera que se descubre violín, ¡y mofa contra los inconscientes, que pontifican sobre lo que ignoran por completo!
Usted para mí no es Docente. Le regalo esto: ¿puede calificarse de sátira, como usted diría? ¿Puede calificarse de poesía?
Es fantasía, siempre. — Pero, se lo suplico, no subraye ni con lápiz, ni demasiado con el pensamiento.
El corazón atormentado
Mi triste corazón babea en la popa,
Mi corazón está lleno de tabaco de hebra:
Ellos le arrojan chorros de sopa,
Mi triste corazón babea en la popa:
Ante las chirigotas de la tropa
Que suelta una risotada general,
Mi triste corazón babea en la popa,
¡Mi corazón está lleno de tabaco de hierba!
¡Itifálicos y sorcheros
Sus insultos lo han pervertido!
En el gobernalle pintan frescos
Itifálicos y sorcheros.
Oh olas abracadabrantescas,
Tomad mi cuerpo para que se salve:
¡Itifálicos y sorcheros
sus insultos lo han pervertido!
Cuando, al final, se les seque el tabaco,
¿Cómo actuar, oh corazón robado?
Habrá cantilenas báquicas
Cuando, al final, se les seque el tabaco:
Me darán bascas estomacales
Si el triste corazón me lo reprimen:
Cuando, al final, se les seque el tabaco
¿Cómo actuar, oh corazón robado?
No es que esto no quiera decir nada. Contésteme, a casa del
señor Deverrière, para A.R.
AR. RIMBAUD


Una Temporada en el Infierno
Por Jean Arthur RimbaudVersión desconocida
Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde corrían todos los vinos, donde se abrían todos los corazones.Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.Yo me he armado contra la justicia.Yo me he fugado. ¡Oh brujas, oh miseria, odio, mi tesoro fue confiado a vosotros!Conseguí desvanecer en mi espíritu toda esperanza humana. Sobre toda dicha, para estrangularla, salté con el ataque sordo del animal feroz.Yo llamé a los verdugos para morir mordiendo la culata de sus fusiles. Invoqué a las plagas, para sofocarme con sangre, con arena. El infortunio fue mi dios. Yo me he tendido cuan largo era en el barro. Me he secado en la ráfaga del crimen. Y le he jugado malas pasadas a la locura.Y la primavera me trajo la risa espantable del idiota.Ahora bien, recientemente, como estuviera a punto de exhalar el último ¡cuac! pensé en buscar la llave del antiguo festín, en el que acaso recobrara el apetito.Esa llave es la caridad. ¡Y tal inspiración demuestra que he soñado!"Tú seguirás siendo una hiena, etc... declara el demonio que me coronó con tan amables amapolas. "Gana la muerte con todos tus apetitos, y con tu egoísmo y con todos los pecados capitales".¡Ah! ¡por demás los tengo! Pero, caro Satán, os conjuro a ello, ¡menos irritación en esos ojos! Y a la espera de las pocas y pequeñas cobardías que faltan, desprendo para vos, que amáis en el escritor la ausencia de facultades descriptivas o instructivas, unas cuantas páginas horrendas de mi carnet de condenado.
La mala sangre
De mis antepasados galos, tengo los ojos azul pálido, el cerebro pobre y la torpeza en la lucha. Me parece que mi vestimenta es tan bárbara como la de ellos. Pero yo no me unto de grasa la cabellera.Los galos fueron los desolladores de animales, los quemadores de hierbas más ineptos de su época. Les debo: la idolatría y la afición al sacrilegio; ¡oh! todos los vicios, cólera, lujuria, la lujuria, magnífica; sobre todo, mentira y pereza.Siento horror por todos los oficios. Maestros obreros, todos campesinos, innobles. La mano en la pluma equivale a la mano en el arado. -¡Qué siglo de manos!- Yo jamás tendré una mano. Además, la domesticidad lleva demasiado lejos. La honradez de la mendicidad me desespera. Los criminales asquean como castrados: yo, por mi parte, estoy- intacto y eso me da lo mismo.Pero, ¿qué es lo que ha dotado a mi lengua de tal perfidia, para que hasta aquí haya guardado y protegido mi pereza? Sin ni siquiera servirme de mi cuerpo para vivir y más ocioso que el sapo, he subsistido dondequiera. No hay familia en Europa a la que no conozca. -Hablo de familias como la mía, que todo se lo deben a la Declaración de los Derechos del Hombre-. ¡He conocido cada hijo de familia!¡Si yo tuviera antecedentes en un punto cualquiera de la historia de Francia!Pero no, nada.Me resulta bien evidente que siempre he sido de raza inferior. Yo no puedo comprender la rebelión. Mi raza no se levantó jamás sino para robar: así los lobos al animal que no mataron.Rememoro la historia de Francia, hija mayor de la Iglesia. Villano, hubiera yo emprendido el viaje a Tierra Santa; tengo en la cabeza rutas de las llanuras suabas, panoramas de Bizancio, murallas de Solima, el culto de liaría, el enternecimiento por el Crucificado, despiertan en mí entre mil fantasías profanas. Estoy sentado, leproso, sobre ortigas y tiestos rotos, al pie de un muro roído por el sol. Más tarde, reitre, hubiera vivaqueado bajo las noches de Alemania.Ah, falta aún: danzo en el aquelarre, en un rojo calvero, con niños y con viejas.Mis recuerdos no van más lejos que esta tierra y que el cristianismo. Nunca acabaré de verme en ese pasado. Pero siempre solo; sin familia; hasta esto, ¿qué lengua hablaba? Jamás me veo en los consejos del Cristo; ni en los consejos de los Señores, representantes del Cristo.¿Qué era yo en el siglo pasado? Sólo hoy vuelvo a encontrarme. No más vagabundos, no más guerras vagas. La raza inferior lo ha cubierto todo -el pueblo, como dicen-; la razón, la nación y la ciencia. ¡Oh, la ciencia! Todo se ha hecho de nuevo. Para el cuerpo y para el alma -el viático- tenemos la medicina y la filosofía-los remedios de comadres y los arreglos de canciones populares. ¡Y las diversiones de los príncipes y los juegos que ellos prohibían! ¡Geografía, cosmografía, mecánica, química! ...¡La ciencia, la nueva nobleza! El progreso. ¡El mundo marcha! ¿Por qué no había de girar?Es la visión de los números. Vamos al Espíritu. Esto es muy cierto, es oráculo esto que digo. Lo comprendo, pero como no sé explicarme sin palabras paganas, querría callar.La sangre pagana renace. El Espíritu está cerca, ¿por qué no me ayuda Cristo dando a mi alma nobleza y libertad? ¡Ay, el Evangelio ha fenecido! ¡El Evangelio! El Evangelio.Yo espero a Dios con gula. Soy de raza inferior por toda la eternidad.Heme aquí en la playa armoricana. Ya pueden iluminarse de noche las ciudades. Mi jornada ha concluido; dejo la Europa. El aire marino quemará mis pulmones; me tostarán los climas remotos. Nadar, aplastar la hierba, cazar, fumar sobre todo; beber licores fuertes como metal fundido --como hacían esos caros antepasados en torno de las hogueras.Regresaré con miembros de hierro, la piel oscura, los ojos furiosos: de acuerdo a mi máscara, me juzgarán de raza fuerte. Tendré oro: seré ocioso y. brutal. Las mujeres cuidan a esos inválidos feroces que retornan de las tierras calientes. Me inmiscuiré en los asuntos políticos. Salvado.Ahora estoy maldito, tengo horror de la patria. Lo mejor es un sueño bien ebrio, sobre la playa.
No hay tal partida. Retomemos los caminos de aquí, cargado con mi vicio, el vicio que ha hundido sus raíces de sufrimiento en mi flanco desde la edad de la razón, que sube al cielo, me golpea, me derriba, me arrastra.La última timidez y la última inocencia. Está dicho. No mostrar al mundo mis ascos y mis traiciones. ¡Vamos! La caminata, el fardo, el desierto, el hastío y la cólera.¿A quién alquilarme? ¿Qué bestia hay que adorar? ¿Qué santa imagen atacamos? ¿Qué corazones romperé? ¿Qué mentira debo sostener? ¿Entre qué sangre caminar?Mas vale guardarse de la justicia. La vida dura, el simple embrutecimiento, levantar, con el puño seco, la tapa del ataúd, sentarse, sofocarse. Así, nada de vejez, ni de peligros: el terror no es francés.-¡Ah! estoy tan desamparado, que ofrezco a cualquier divina imagen mis ímpetus de perfección. ¡Oh mi abnegación, oh mi caridad maravillosa! ¡Aquí abajo, no obstante!De profundis Domine, ¡si seré tonto!
Muy niño aún, admiraba yo al galeote intratable sobre el que siempre vuelve a cerrarse la prisión; visitaba las posadas y los albergues que él hubiera consagrado habitándolos; veía a través de su idea el cielo azul y el florido trabajo de los campos; husmeaba su fatalidad en las ciudades. Y él tenía más fuerza que un santo, más sentido común que un viajante)-y sólo se tenía a sí, ¡a sí mismo! como testigo de su razón y de su gloria.En las rutas, durante las noches de invierno, sin techo, sin ropas, sin pan, una voz me estrujaba el corazón helado: "Flaqueza o fuerza: ya está, es la fuerza. Tú no sabes adónde vas, ni por qué vas, entra en todas partes, responde a todo. No han de matarte más que si ya fueras un cadáver". A la mañana, tenía la mirada tan perdida y tan muerto el semblante que los que se encontraban conmigo acaso no me vieron.En las ciudades, el barro se me aparecía de pronto rojo y negro, como un espejo cuando la lámpara circula en la pieza vecina, ¡como un tesoro en la selva! Buena suerte, gritaba yo, y veía en el cielo un mar de humo v de llamas; y a derecha, y, a izquierda, todas las riquezas ardían como un millar de rayos.Pero la orgía y la camaradería de las mujeres me estaban prohibidas. Ni siquiera un compañero. Yo me veía ante una muchedumbre exasperada, frente al pelotón de ejecución, llorando la desgracia de que no hubieran podido comprender, ¡y perdonando! ¡Como Juana de Arco! "Sacerdotes, profesores, maestros, os equivocáis al entregarme a la justicia. Jamás he pertenecido a este pueblo; yo no he sido jamás cristiano; yo soy de la raza que cantaba en el suplicio; no comprendo las leyes; no tengo sentido moral, soy una bestia: os estáis equivocando ..."Sí, tengo los ojos cerrados a vuestra luz. Yo soy un animal, un negro. Pero yo puedo ser salvado. Vosotros sois falsos negros, vosotros maniáticos, feroces, avaros. Mercader, tú eres negro; magistrado, tú eres negro; general, tú eres negro; emperador, vieja comezón, tú eres negro: tú has bebido un licor no tasado, de la fábrica de Satán. Este pueblo está inspirado por la fiebre y el cáncer. Inválidos y viejos son tan respetables, que merecen ser hervidos. Lo más discreto es abandonar este continente, donde ronda la locura para proveer de rehenes a esos miserables. Entro en el verdadero reino de los hijos de Cam.¿Conozco al menos la naturaleza? ¿Me conozco? Basta de palabras. Sepulto a los muertos en mi vientre. ¡Gritos, tambor, danza, danza, danza, danza! Ni siquiera se me ocurre que a la hora en que los blancos desembarquen, yo caeré en la nada.¡Hambre, sed, gritos, danza, danza, danza, danza!Los blancos desembarcan. ¡El cañón! Hay que someterse al bautismo, vestirse, trabajar.He recibido en el corazón el rayo de la gracia. ¡Ah, no lo había previsto!No he cometido mal alguno. Los días me van a ser ligeros, me será ahorrado el arrepentimiento. No habré padecido los tormentos del alma casi muerta para el bien, en la que vuelve a subir la luz, severa como los cirios funerarios. La suerte del hijo de familia, féretro prematuro cubierto de límpidas lágrimas. No hay duda de que el libertinaje es tonto, el vicio es tonto; hay que arrojar lejos la podredumbre. ¡Pero el reloj no habrá llegado a sonar solamente la hora del puro dolor! ¿Voy a ser arrebatado como un niño para jugar en el paraíso olvidado de toda la desgracia?¡Pronto! ¿Hay otras vidas? El sueño en medio de la riqueza es imposible. La riqueza siempre ha sido bien público. Sólo el amor divino otorga las llaves de la ciencia. Veo que la naturaleza no es más que un espectáculo de bondad. Adiós quimeras, ideales, errores.El canto razonable de los ángeles se alza desde el navío salvador: es el amor divino. ¡Dos amores! Puedo morir de amor terreno, morir de abnegación. ¡Yo he dejado almas cuya pena se acrecentará con mipartida! Vos me elegisteis de entre los náufragos; ¿no son amigos míos los que quedan?¡Salvadlos!Me nació la razón. El mundo es bueno. Bendeciré la vida. Amaré a mis hermanos. Estas no son ya promesas infantiles. Ni la esperanza de escapar a la vejez y a la muerte. Dios es mi fuerza y yo alabo a Dios.
El hastío ha dejado de ser mi amor. Las cóleras, los libertinajes, la locura -cuyos impulsos y desastres conozco-, todo mi fardo está en el suelo. Apreciemos sin vértigo la extensión de mi inocencia. Ya no sería capaz de pedir la confortación de un apaleo. No me creo embarcado para unas bodas, con Jesucristo por suegro.No soy prisionero de mi razón. He dicho: Dios. Quiero la libertad en la salvación: ¿cómo alcanzarla? Me abandonaron las aficiones frívolas. Ya no necesito la abnegación ni el amor divino. No echo de menos el siglo de los corazones sensibles. Cada cual tiene su razón, desprecio y caridad: retengo mi sitio en la cúspide de esta angélica escala de buen sentido.En cuanto a la felicidad establecida, doméstica o no... no, no puedo. Estoy demasiado disperso, demasiado débil. La vida florece por el trabajo, vieja verdad: en cuanto a mí, mi vida no es suficientemente pesada, vuela y flota lejos por encima de la acción, ese caro lugar del mundo.¡Cómo me vuelvo solterona, lo que me falta el coraje de amar la muerte!Si Dios me concediera la calma celeste, aérea, la plegaria, como a los antiguos santos. ¡Los santos! ¡qué fuertes! Los anacoretas, ¡artistas como ya no los hay!¡Farsa continua! Mi inocencia me da ganas de llorar. La vida es la farsa en la que todos figuramos.
¡Basta! He aquí el castigo. ¡En marcha! ¡Ah, los pulmones arden, las sienes zumban! ¡La noche rueda por mis ojos, con todo este sol! El corazón ... los miembros ...Adónde vamos? ¿A1 combate? ¡Yo soy débil! Los otros avanzan. Las herramientas, las armas... ¡el tiempo!...¡Fuego! ¡Fuego sobre mí! ¡Aquí! O me rindo. ;Cobardes! ¡Yo me mato! ¡Yo me tiro alas patas de los caballos!¡Ah! ...-Ya me acostumbraré.¡Eso sería la vida francesa, el sendero del honor!






Verlaine a la Izquierda y Riabuad a su lado.





Notas a Una temporada en el infierno
Por Ramón Buenaventura
Una temporada en el infiernoantes, si mal no recuerdo Esta introducción a Una temporada en el infierno puede haber sido escrita cuando el resto del libro ya estaba terminado.una noche, me senté a la Belleza en las rodillas Según los comentaristas, ataque de Rimbaud contra el esteticismo poético imperante en su época. La Belleza, en efecto, era por aquel entonces muy "oficial".¡Oh brujas, oh miseria, oh odio! ¡A vosotros se os confió mi tesoro! Según los exegetas, por esta frase debe entenderse que Rimbaud dedica su obra a los marginados de la sociedad. Es difícil estar de acuerdo con una interpretación tan restrictiva y tan pobre.Me tendí en el lodo Dice Antoine Adam: "Rimbaud piensa muy precisamente en la crisis de mayo 1871, cuando cultivó la abyección".Y la primavera me trajo la horrorosa risa del idiota Según la cátedra, referencia a los poemas escritos por Rimbaud en la primavera de 1872. Ahora, mientras escribe Una temporada en el infierno, el autor los encuentra horrorosos.Habiendo estado hace muy poco a punto de soltar el último ¡cuac! No se sabe a qué riesgo de muerte alude aquí Rimbaud. Parece un poco exagerado hablar de "último cuac" por el tiro en la muñeca que le pega Verlaine en Bruselas, pero, ciertamente, no consta ninguna otra ocasión de peligro grave para la vida del poeta durante aquellos años.querido Satán Tan cariñoso apelativo puede referirse a Verlaine, si nos empeñamos en personalizar. tú que aprecias en el escritor la carencia de facultades descriptivas o instructivas Frase que se ha aportado como prueba de la identidad Satán = Verlaine. Este último detestaba la poesía de inclinación didáctica o descriptiva.Mala sangre"Mala sangre" parece ser el texto más antiguo de los que integran Una temporada en el infierno. A él podía referirse Rimbaud en su carta a Delahaye de mayo de 1873: "Trabajo, sin embargo, con bastante regularidad: hago pequeñas historias en prosa; título general: Libro pagano, o Libro negro. Es cosa tonta e inocente…"Las pruebas no son suficientes, pero -sin duda- en "Mala sangre" se manejan las ideas de paganismo y de estado salvaje.Tengo de mis antepasados galos Rimbaud ha formado su concepto de los galos leyendo la historia de Francia de Jules Michelet. La idea de Francia está en crisis tras la derrota a manos de los prusianos. Por otra parte, están sembrándose las teorías de la raza que tan mala cosecha darán en el siglo XX: los vicios primitivos galos explican los males presentes.Los galos eran los desolladores de animales, los quemadoresde hierba más ineptos de su tiempo Construcción violenta, calcada del original francés. Pero ¿quién me hizo tan pérfida la lengua que hasta aquíhaya guiado, salvaguardándola, mi pereza? Construcción violenta, calcada del original francés.¡Si tuviese yo antecedentes en un punto cualquiera de la historia de Francia! Antoine Adam señala que Rimbaud no pretende carecer de toda clase de antecedentes, sino de los dignos y nobles. De hecho, el propio poeta lo aclara a renglón seguido.Recuerdo la historia de la Francia hija primogénita de la Iglesia Rimbaud no está inventando nada: Francia suele recibir esta designación en los textos de sus más patrióticos historiadores…Suabia Región de Alemania, en el curso alto del Danubio. Solima Jerusalén.Reitre Soldado alemán de caballería. En francés, la palabra trae cierto sentido traslaticio de 'brutalidad'.Qué era yo el siglo pasado: hasta hoy no me vuelvo a encontrarRimbaud no se encuentra en el siglo anterior al suyo, en el XVI.¡Oh la ciencia! Lo hemos recuperado todo. Para el cuerpo y para el alma, - el viático, - tenemos la medicina y la filosofía, - los remedios caseros y las canciones populares arregladas. ¡Y las diversiones de los príncipes, y los juegos que éstos prohibían! ¡Geografía, Cosmografía, Mecánica, Química!… Párrafo de difícil interpretación. Según Antoine Adam: "los nuevos valores sustituyen a los antiguos. Para el cuerpo, la medicina ha ocupado el lugar de los remedios caseros. Para el alma, en vez del viático y de las canciones populares arregladas, está la filosofía". Los juegos prohibidos, antaño diversión principesca, son ahora las ciencias con nombre oficial.Armórica Nombre oficial de la Bretaña francesa hasta el siglo VII.cargado de mi vicio, el vicio que ha hundido sus raíces de sufrimiento a mi lado, desde la edad del juicio Algunos comentaristas leen aquí una alusión a la homosexualidad.Así, ninguna vejez, ningún peligro: el terror no es francésLa vida embrutecida ha de ser corta e insignificante. Lo francés, en cambio, es la sangre tibia y el "savoir vivre".¡Oh mi abnegación, oh mi caridad maravillosa! ¡Aquí abajo, no obstante! Dice Antoine Adam: "En este momento Rimbaud afirma, en pleno desamparo, la permanencia de su impulso hacia la perfección, la permanencia de su caridad. Pero se preocupa de añadir, para evitar un malentendido fácilmente previsible: aquí abajo, no obstante. No se trata para él de ningún regreso a las creencias religiosas"…Teniendo en cuenta la frase siguiente ("De profundis, Domine, ¡seré tonto!"), puede bastarnos con entender lo que Rimbaud dice: es de tontos pensar que la caridad y la abnegación sean posibles aquí en la tierra. Lo cual no implica que Rimbaud crea en la vida eterna.veía un mar de llamas y de humo en el cielo Posible alusión al París de la Semana Sangrienta (véase el Esbozo biográfico, 1871). No consta que Rimbaud se hallase en París por aquellas fechas. Por otra parte, las imágenes que utiliza son convencionales y no transmiten la sensación de "cosa vivida".Me veía ante una multitud exasperada, delante del pelotón de ejecución, llorando la desgracia de que no hubieran podido comprender, y perdonando Si, como dicen los comentaristas, este párrafo es una visión del fusilamiento de los comuneros, habrá que suponer que Rimbaud la toma de alguna ilustración o descripción periodística. No hay en sus palabras el más mínima aliento de experiencia propia.emperador, vieja comezón Antoine Adam localiza esta comezón en dos versos de Victor Hugo ("Eviradnus"): ¿Dónde tienes las uñas, vil rebaño para esta comezón de emperadores en tu piel? (Que podría traducirse: sois tan viles, borregos, que ni siquiera os rascáis la comezón imperial.)Cam Uno de los tres hijos de Noé, origen de los pueblos de piel oscura, según la mitología hebraica. Amortajo a los muertos en mi vientre Rimbaud, según los comentaristas, pregona su retorno al canibalismo, al estado salvaje más primitivo.El destino del niño bien: ataúd prematuro cubierto de límpidas lágrimas Antoine Adam: "Rimbaud no se ha convertido; pero, puesto en la necesidad de convertirse, ve las razones que hay para no dejarse asustar. Él no ha hecho nada malo, no es el hijo de papá que vuelve humildemente para someterse."Veo que la naturaleza no es sino un espectáculo de bondadAntoine Adam: "Para quien recibe el amor divino, hasta la naturaleza cambia de aspecto. Es un espectáculo de bondad".¡Unos artistas como ya no hacen falta! Los anacoretas y los santos, tan artistas, de nada servían a la gente normal de los tiempos de Rimbaud. Porque son excepcionales, luego no hacen falta.Los demás avanzan. Los aperos, las armas 1871: la multitud de los comuneros avanza hacia las tropas; llevan armas, aperos de labranza… La imagen también parece tomada de alguna estampa, más que de la realidad.Noche del infiernoEste poema, por su tono confesional, ha suscitado verdaderos nubarrones exegéticos. Puede estar escrito en torno al incidente de Bruselas, a la pelea de enamorados que tuvo por testigo a la madre de Verlaine. Pueden considerarse claras las alusiones a la influencia poética de Paul Verlaine. Hay también una serie de tentaciones religiosas que, como señala Antoine Adam, quizá tengan origen en la primera conversión de Verlaine.Me he tragado una buena buchada de veneno Los comentaristas han tratado de averiguar a qué veneno se refiere Rimbaud. Queda por descubrir la fórmula exacta.Satán diciendo que el fuego es innoble, que mi cólera es espantosamente tonta Antoine Adam: "Satán no es Verlaine.Es, dentro del alma de Rimbaud, la luz que le dice que su cólera es tonta, que el fuego, nacido de los remordimientos que siente, es innoble."el claro de luna cuando el campanario daba las doce Es un verso del poema "Lunes" ("Lunas"), incluido por Paul Verlaine en su libro Parallèlement. Rimbaud tuvo que conocerlo cuando todavía estaba inédito, porque la obra de Verlaine se publicó más tarde que Une saison en enfer. Pero nadie conoce la razón de que el diablo estuviera en aquel campanario.Ferdinando Así llaman al diablo los campesinos de Vouziers (Ardenas). No traduzco "Pedro Botero" ni "Pateta", ni nada español o hispano, por no atribuir a Rimbaud un casticismo en lengua ajena.La linterna nos los mostró de pie, blanco y con trenzas oscuras, flanqueado por una ola esmeralda… Rimbaud está hablando de una linterna mágica, naturalmente. Haré, con el oro, remedios Con el oro del anillo hará medicinas, según normas de la ciencia alquímica. Delirios I. Virgen necia. El esposo infernalEste poema parte de la parábola evangélica de las diez vírgenes. Rimbaud no utiliza dicho texto más que para caracterizar por referencia el personaje central, la virgen necia. A partir del cuarto párrafo desaparece toda relación con el discurso evangélico. Los comentaristas tienden a atribuir el papel de virgen necia a Verlaine y el de esposo infernal a Rimbaud. Pero también podría tratarse del enfrentamiento entre dos personalidades que Rimbaud identifica en sí mismo.No se sabe si el texto es anterior o posterior a la crisis de Bruselas. (Para brújula de los aficionados a las comparaciones, señalo que todos los traductores de Rimbaud al español, haciendo caso omiso del evangelio, traducen "La virgen loca".)Delirios II. Alquimia del verboEn este poema se contiene la trayectoria poética de Rimbaud en el periodo que va desde otoño de 1870 (cuando rompe con toda la poesía anterior, propia y ajena) hasta la redacción de Une saison en enfer. El soneto LXXXI de Les Fleurs du mal de Baudelaire, "Alquimia del dolor", puede haber sugerido su título a Rimbaud. Señalemos, por otra parte, que en Alquimia del verbo Arthur parece estar citando de memoria sus propios versos anteriores, cometiendo diversos fallos que en cada ocasión anotaremos. ¡Inventé el color de las vocales! Se refiere al soneto "Vocales ", que no se publicaría hasta mucho después (véase Esbozo biográfico):A negra, E blanca, I roja, U verde, O azul: vocales, diré algún día vuestros nacimientos latentes; A, negro chaleco velludo de moscones resplandecientes:que zumbumban en torno a pestazos crueles, golfos de sombra; E, candor de vapores y de tiendas, lanzas de glaciares altivos, reyes blancos, calofríos de umbelas; I, púrpuras, sangre escupida, risa de labios bellos en la cólera o las embriagueces penitentes; U, ciclos, vibramientos divinos de los mares víridos, paz de las dehesas sembradas de animales, paz de las arrugas que la alquimia imprime en las anchas frentes estudiosas; O, supremo clarín lleno de estridencias extrañas, silencios atravesados de Mundos y de Ángeles:- O, la Omega, rayo violeta de Sus Ojos.No puedo entrar aquí en las diversas interpretaciones de que ha sido objeto este infrecuente poema. Escojo una, basada en la forma de las letras:Algún licor de oro, soso y sudorífico. Así, mal letrero de albergue habría sido.Después, la tempestad cambió el cielo, hasta la noche. Fueron países negros, lagos, pértigas, columnatas bajo la noche azul, estaciones. El agua de los bosques se perdía en las arenas vírgenes. El viento, desde el cielo, arrojaba carámbanos en las charcas… ¡Y, como un pescador de oro o de conchas, decir que no me preocupé de beber!A las cuatro de la mañana, en verano Según Antoine Adam, el original es de mayo de 1872, aunque se discute la fecha. No hay variantes significativas.En el último verso hay un juego de palabras intraducible: "En attendant le bain dans la mer à midi" podría entenderse - al oído- "en attendant le bain dans l'amer à midi". O sea: tanto significa "esperando el baño de mediodía en el mar" como "esperando el baño de mediodía en curaçao". Canción desde la torre más alta En este caso, el texto que reproduce Rimbaud en "Alquimia del verbo" difiere considerablemente del original de 1872. Éste era así: Juvenil perezaa todo sujeta,por delicadeza,he perdido mi vida.¡Ay! ¡Que llegue el tiempoen que los corazones se prenden!Dije para mí: dejay que no se te vea;y sin la promesade más elevadas alegrías.Que nada te retenga,augusto retiro.Tuve tal paciencia,que por siempre olvido;miedos y sufrimientosal cielo se marcharon.Y la sed malsaname oscurece las venas.Igual la praderaal olvido entregada,agradada, y floridade incienso y cizaña,ante el hosco zumbidode las sucias moscas.¡Ah! ¡Las mil viudecesdel alma, tan pobre:sólo tiene la imagende Nuestra Señora!¿Vamos a rezarlea la Virgen María?Juvenil perezaa todo sujeta,por delicadezahe perdido mi vida.¡Ah! ¡Que llegue el tiempoen que los corazones se prenden!Como se ve, Rimbaud, en sus "enmiendas" para "Alquimiadel verbo", prescinde precisamente de uno de sus fragmentosmás citados por la posteridad: "par délicatesse / j'ai perdu mavie".¡El insecto beodo en el meadero del albergue, enamoradode la borraja, y que un rayo disuelve! No tendré que aclarar qué clase de rayo mingitorio se descarga sobre el desprevenido insecto.Hambre Texto antiguo:Fiestas del hambreMi hambre, Ana, Ana, huye a lomos de tu borrico.Si a algo tengo afición, no será másque a la tierra y a las piedras.¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! Pazco aire,rocas, Tierras, hierro.Hambres mías, girad. ¡Pastad, hambres,del prado de los sonidos!Después del amable y vibrante venenode las corregüelas.Los guijarros que un pobre rompe,las viejas piedras de iglesia,los cantos rodados, hijos de los diluvios,¡panes que yacen en los valles grises!Mis hambres son los fragmentos de aire negro;el azul resonante;es el estómago quien me arrastra.Es la desdicha.Por tierra aparecieron las hojas:voy por las carnes de las frutas pochas.En el seno del surco recojohierba de los canónigos y violetas.Mi hambre, Ana, Ana,huye a lomos de tu borrico.El poema que comienza "El lobo gritaba bajo las hojas" estárecogido sin variación en "Alquimia del verbo".separé del cielo el azul, que es negro Antoine Adam: "El azul que es negro significa quizá, sencillamente, que el azul del cielo a veces es tan profundo que parece negro".O puede que Rimbaud se refiriera al hecho de que el cielo, más allá de la ilusión azul creada por la atmósfera, sea en realidad negro.¡Ha vuelto a aparecer! La versión de 1872 es la siguiente:La Eternidad¡Ha vuelto a aparecer!- ¿Qué? - ¡La eternidad!Es el mar que se fuecon el sol.Alma centinela,murmuremos la confesiónde la noche tan nulay del día en llamas.De los humanos sufragios,de los comunes impulsosaquí te desembarazasy vuelas según.Puesto que sólo de vosotras,brasas de satén,el Deber exhalasin que digan: vaya.Aquí no hay esperanza,ningún orietur.Ciencia con paciencia,el suplicio es seguro.¡Ha vuelto a aparecer!- ¿Qué? - ¡La eternidad!Es el mar que se fuecon el sol.Cimeria Zona de niebla que marca la frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Según la Odisea, el sol nunca brillaba para los cimerios. Es la actual Crimea. ¡La felicidad! Su sabor, en que la muerte se complace En francés, "sa dent, douce à la mort…" Resulta difícil averiguar el sentido exacto de la frase, pero entiendo "a la muerte le resulta agradable el sabor de la felicidad, porque "la dent" de una cosa puede ser su sabor.¡Oh estaciones, oh castillos! No hay variaciones de interés con respecto a la versión de 1872.Antoine Adam atina al afirmar que este poema parece inspirado en el amor sexual por Verlaine. El "gallo galo" es un evidente símbolo fálico: cada vez que te canta el gallo, yo le rindo pleitesía.Por último, reproduzco el final de "Alquimia del verbo" tal como figura en el borrador: De tan débil, dejé de creerme soportable por la sociedad, más que a fuerza de [piedad] Qué desgracia Qué claustro posible para esa bella repugnancia; [ilegible]Fue pasándome poco a poco.Odio ahora los impulsos místicos y las extravagancias estilísticas.Ahora puedo decir que el arte es una bobada.[Los] Nuestros grandes poetas [ilegible] tan fácil: el arte es una bobada.Salud a la bondEl imposibleSe sabe que "El imposible" y "El relámpago" fueron escritos en un mismo momento, pero no consta la fecha. El hecho de que en "El relámpago" se hable de una cama de hospital podría situar la redacción en un periodo posterior a la crisis de Bruselas. No obstante, algunos estudiosos sostienen que Rimbaud también estuvo hospitalizado en Londres. Con ello, ambos textos podrían ser de mayo-junio o de julio-agosto de 1873, anteriores o posteriores a la gran reyerta con Verlaine.En "El imposible" se ha querido ver la prueba de que Rimbaud era un iniciado en la Cábala. El texto, sin embargo, apenas si sugiere más que un leve conocimiento de la filosofía oriental. Hay que poner muy buena voluntad para apreciar ingredientes cabalísticos en el vago contenido de algunas frases.Tuve razón cuando despreciaba a los individuos Un 'pero' al principio de este párrafo nos habría facilitado su comprensión. Rimbaud considera tonta su actitud de la infancia, mas no por ello cree que se equivocaba en sus desprecios. Prudhomme Se refiere a un personaje teatral, Joseph Prudhomme, el señor Prudhomme, creación del escritor, caricaturista y actos francés Henri Monnier. Prudhomme es caricatura del burgués del siglo XIX, que ansía ser moderno y estar al corriente de todo, pero que no sabe por dónde le sopla el viento.Las dos obras de Monnier en que aparece Prudhomme se estrenaron durante la niñez de Rimbaud. El relámpagoEl título crea la imagen de que la esperanza ha de brillar por un instante, como un relámpago."Nada es vanidad; ¡a la ciencia, y adelante!" Antoine Adam: "El Eclesiastés decía: todo es vanidad. Los modernos dicen: nada es vanidad, puesto que tenemos la ciencia y el trabajo".¿las escapamos? En el texto francés hay una incorrección gramatical ("les échappons-nous?") demasiado grosera para no ser voluntaria. La calco en castellano, para dejar la frase tan equívoca como en francés.En mi cama del hospital el olor a incienso me volvió contanta intensidad El párrafo quizá se comprendería mejor si esta frase fuese entre paréntesis, pues lo que sigue se refiere otra vez al sacerdote. Es decir: saltimbanco, mendigo, artista, bandolero, - ¡sacerdote! (en mi cama de hospital, el olor a incienso me volvió con tanta intensidad), guardián de los aromas sagrados, confesor, mártir…Adiósvampira reina Rimbaud emplea una palabra rara en francés, 'goule' (del árabe 'ghula', demonio), vampiro hembra de las leyendas orientales. Blasco Ibáñez utiliza el masculino 'gul' en su versión de Las mil y una noches (traducida del francés y no del árabe). Pero el femenino 'gula' se confundiría con el pecado capital del mismo nombre. De ahí que me haya atenido a 'vampira'.¡y me asusta el invierno, porque es la estación de la comodidad!No es que Rimbaud declare aquí su odio por la comodidad, sino al contrario: el invierno exige comodidades que los pobres no nos podemos permitir.
Notas a Iluminaciones
Por Ramón Buenaventura
Iluminaciones
Después del diluvio
Tan pronto como la idea del diluvio se vino abajo Hay que entender que la idea del diluvio (de la renovación depuradora, dela esperanza) cayó después de haberse alzado.
el sello de Dios palidece las ventanas Uso transitivo —heterodoxo— del verbo ‘palidecer’. Calco con ello el error o capricho de Rimbaud, que escribe «blêmit les fenêtres», en uso transitivo —heterodoxo— del verbo ‘blêmir’.
«mazagranes» El ‘mazagrán’, entonces muy de moda en Francia, era una especie de carajillo; es decir café con algún alcohol.
el niño volvió los brazos… bajo el clamoroso chaparrón
Rimbaud gustaba de llamarse «el niño» en sus propios textos.
El párrafo es confuso. Quizá: el niño se vuelve de espaldas a la puerta (¿del colegio?), no queriendo integrarse en el orden burgués que de nuevo se establece —tras el diluvio—. Las veletas y los gallos de campanario están de acuerdo con él.
Madame *** estableció un piano en los Alpes En 1875, la señora Rimbaud cedió ante la mucha insistencia de su hijo y —a pesar de las escaseces— alquiló un piano. Costó su buen trabajo izarlo hasta la casa de Rimbaud, por lo angosto de las escaleras: como subirlo hasta la cumbre de los Alpes.
después, en la arboleda violeta En francés dice «dans la futaie violette», y ‘futaie’ no es ‘arboleda’, sino «bosque de árboles altos». Pero opto por no recargar la frase traduciendo «en el bosque violeta de árboles altos», como hice en 1985. Entiendan el lector, ahora y cada vez que surja la ‘arboleda’, que ésta se compone de esbeltos árboles copudos.
Eucaris Ninfa inventada por Fénelon (1651-1715) para Las aventuras de Telémaco.
Brota, estanque Podrá parecer chiste, pero un fementido y vendemás «versionista» de Rimbaud tradujo en este punto: «sordos, estanque». Alguna excusa tiene el hombre: Rimbaud emplea aquí ‘soudre’, ‘brotar’, en imperativo —sourds étang!—, tiempo del que dicho verbo carece por su condición de defectivo. Pero no cabe imaginar que el terrible traductor cayera en semejante detalle: lo suyo fue puro y simple disparate, uno más de los muchísimos que acumula en su espantosa traducción.
la Bruja que prende La idea que Rimbaud se hace de la bruja procede de La sorcière de Michelet: mujer en que se refugian las viejas tradiciones no cristianas, dueña de los misterios naturales.
Qué aburrimiento, la hora del «querido cuerpo» y «querido corazón» Dicen los expertos que aquí hemos de entender una expresión de hastío ante el amor físico. (¿Reacción de cualquier enamorado, adolescente o no, ante el amor recién fallido?)
Es ella, la pequeña muerta, detrás de los rosales. — La joven mamá difunta bajo las escalinatas Rimbaud puede estar aludiendo a Élisa Moncomble, prima de Verlaine, fallecida el 13 de febrero de 1875.
la casa del general Recuérdese que el padre de Rimbaud era militar. Las referencias al ejército son frecuentes en la obra del poeta. Aquí, no obstante, parece aludir a una determinada casa, situada en las afueras de Charleville.
los taludes lo acunaban Así dice el manuscrito, con el ‘lo’ — ‘le’, para los leístas— repetidamente subrayado. No consta a quién acunaban los taludes, sin embargo.
boscaje En francés, ‘taillis’, sin traducción exacta (bosque o parte del bosque integrada por árboles pequeños). Doy ‘boscaje’, que es «bosque de reducidas dimensiones», por aproximación.
colada de oro En francés, «lessive d’or». ‘Colada’, pues, va en el sentido de «ropa lavada». La frase no es hermosa en francés, pero menos en castellano. No he hallado modo mejor de traducirla.
embarcadero En francés, ‘jetée’ (‘malecón’, ‘escollera’, etc.).
Pero, claro, esta ‘jetée’ flota en alta mar, luego tiene que ser de madera. De ahí que haya traducido ‘embarcadero’. (Más adelante,
en «Marina», Rimbaud habla de «les fûts de la jetée» — los troncos del embarcadero—, lo cual confirma mi traducción.
¡Ciudad monstruosa, noche sin fin! Todo «Infancia V» parece inspirado en Londres. La tumba «muy lejos bajo tierra» puede ser el pasadizo bajo el Támesis que Rimbaud visitó con su madre y con su hermana en 1874. Hay una carta de Vitalie a Isabelle Rimbaud en que se da cuenta de este hecho.
Cuento
Ningún exegeta vacila: el príncipe es Rimbaud. ¿Quién será el genio? «El Príncipe era el Genio. El Genio era el Príncipe», dice el propio autor.
Representación
Antoine Adam sugiere, con buenas razones, que este poema refleja una ceremonia sacra que Rimbaud pudo presenciar en Milán durante su estancia de abril de 1875. Los «bribones solidísimos » serían, por tanto, sacerdotes católicos.
facies En francés, ‘facies’, u no ‘faciès’. Es decir: Rimbaud emplea aquí un tecnicismo médico que debe traducirse ‘facies’, no ‘rostro’.
Hay algunos jóvenes, — ¿cómo podrían mirar a Cherubino?
— provisto de voces espantables ¿Castrati de voces afeminadas, todavía existentes en el último tercio del siglo XIX? No se atreven a mirar a Cherubino porque éste es un paje donjuanesco de Las bodas de Fígaro de Mozart, un joven macho conquistador. (Con papel escrito, sin embargo, para voz de soprano y, por consiguiente, interpretado por una mujer. Ironías.)
Los mandan a tomar espalda a la ciudad En francés, «on les envoie prendre du dos en ville». Tal expresión no existe, pero se entiende, igual que en castellano.
Antigua
Se habla, seguramente, de la estatua de un fauno. Rimbaud le otorga un doble sexo hermafrodita y, además, el don de pasearse por la noche.
Being Beauteous
Un ‘being beauteous’ es un ser bello, simplemente. Rimbaud toma esta expresión del poema «Footsteps of Angels», que Longfellow incluyó en su libro Voices of the Night (1838).
En nuestro tiempo no rige su moda, pero Longfellow fue recibido con verdadero entusiasmo en el mundo poético anglosajón.
Entre sus admiradores se contaba, por ejemplo, E.A. Poe —tan distinto, tan irreconciliable incluso con la pintoresca inspiración de Longfellow.
heridas escarlata y negras Según Antoine Adam, los pezones y el sexo femenino.
escudo de crin Según Antoine Adam, el pelo púbico.
Cañón sobre el que he de abatirme Y, siempre según Antoine Adam, la consiguiente masturbación.
Vidas
sigo viendo hasta a las viejas No se entiende, pero eso escribe Rimbaud, sin duda alguna, porque en el manuscrito se lee ‘vieilles’, ‘viejas’, con toda claridad. Puede que falte alguna palabra.
con la mano del campo en el hombro Si se tratara de una errata, podríamos tener «con la mano de la compañera en el hombro» («la main de la compagne» en lugar de «la main de la campagne»). Pero no hay pruebas.
en las llanuras especiadas En francés, «plaines poivrées», que sería «llanuras pimentadas» si tuviéramos verbo ‘pimentar’ en castellano. Rimbaud vuelve a utilizar la expresión en «Democracia», dentro de la misma Iluminaciones.
la llegada en zuecos Podría haber traducido «la llegada en alpargatas», o «con el pelo de la dehesa»; pero los zuecos se ajustan mejor al paisaje en que escribe Rimbaud.
las cinco o seis viudeces Estas viudeces, claro, son amores fallidos. No sabemos cuántos padeció Rimbaud antes de lanzarse a los viajes, pero tampoco cabe suponer —como hacen algunos— que Rimbaud fuera su única pasión.
He fermentado mi sangre Como se fermenta la cerveza.
Rimbaud emplea el verbo ‘brasser’. Cervecería o fábrica de cervezas, en francés, se dice ‘brasserie’.
A una razón
La razón es el amor es el amor nuevo que Rimbaud con vehemencia propugnaba (sin llegar nunca a definirlo más que poéticamente; en contra de lo que muchos sostienen, no parece que ningún escrito del joven poeta pueda tomarse por tratado filosófico).
acrisola las plagas En francés, «crible les fléaux». El verbo ‘cribler’, que significa ‘cribar’, se empleó en tratados de alquimia con el sentido de ‘depurar’. De ahí que yo traduzca aquí ‘acrisolar’, palabra alquímica que ha prevalecido en castellano con el mismo sentido. Al final del poema, Rimbaud habla de ‘sustancia’, lo cual confirma la referencia a la alquimia.
Mañana de ebriedad
Como, a estas alturas, todo el mundo sabe, «Mañana de ebriedad » está inspirado en la experimentación creativa con el hachís. (Inspirada, a su vez, en las enseñanzas de Baudelaire.)
el tiempo de los Asesinos ‘Asesino’ en castellano y ‘assassin’ en francés vienen del árabe ‘ash-shashahi’. Hashishinos eran los miembros de una secta musulmana fundada hacia 1090 por Hassán ben Sabbah, llamado el Viejo de la Montaña. Los fieles doblaban sus arrebatos religiosos con hachís.
Frases
«Frases» contiene dos poemas distintos. El segundo comienza en el cuarto fragmento. Se publican juntos por rutina, porque así se viene haciendo desde la primera edición de la obra. Hay varias referencias a poemas de Verlaine: «bosque negro», «niños fieles», «¿qué harían con nosotros?».
¿por qué no ya los juguetes y el incienso? Con el frío que hace, los juguetes y el incienso son lo que falta para sentirnos en Navidad, a pesar del verano.
Los puentes
Poco importa cuál sea la ciudad que Rimbaud trata de pintar aquí. Se trata de un apunte escrito con descuido, no repasado posteriormente por el autor. Durante decenios, la «afición»
literaria ha sobrevalorado este tipo de textos, tomando por genialidades «intuitivas», sobrerracionales, los puros descuidos y los simples errores. El extraordinario talento de Rimbaud no necesita de tales préstamos —y todos haríamos muy bien suprimiendo de nuestras ediciones estos poemas que él, de todas formas, nunca tuvo ocasión de dar por válidos.
Ciudad
Muchos defienden que Rimbaud está aquí hablando de Londres.
Pero resulta difícil comprender por qué en Londres no hay «huellas de ningún monumento de superstición» (es decir: iglesias, templos, etc., en la jerga de Rimbaud) o por qué moral y la lengua están allí reducidas a su mínima expresión.
Puede tratarse de una ciudad utópica imaginada por Rimbaud, partiendo de datos reales londinenses, como la niebla. La redacción también es descuidada y confusa. El texto no pasa de mero apunte para uso posterior, como ocurría con «Los puentes».
cottage Así en el original. ‘Choza’, ‘cabaña’, ‘casa de campo’, en inglés.
Erinias Las Erinias —las Furias romanas— son diosas protectoras del orden y de la familia. Viven en el infierno, desde el cual suben para vengar los crímenes. Tienen alas y van vestidas de negro, con tocado de serpientes.
Ciudades
¿Estamos de nuevo ante una ciudad inventada a partir de datos reales? Los «palacetes de cristal y madera que se desplazan sobre raíles y por poleas invisibles» tienen que ser funiculares.
Prevalece, no obstante, la confusión. Rimbaud estaba tanteando sus ideas, sin llegar a capturarlas del todo.
Alleghanys Plural inglés incorrecto. Tendría que ser Alleghanies (parte de los montes Apalaches, en Estados Unidos).
Mabs Mab era la Reina de las Hadas Diminutas. Rimbaud la conoce, seguramente, por el Romeo y Julieta de Shakespeare, donde Mab, comadrona de las hadas, ayuda a alumbrar los sueños… Lo de «reina» no debe entenderse literalmente, porque la única y auténtica soberana de las hadas no era otra que Titania, mujer de Oberon. Los franceses no tienen bien localizada esta referencia en sus ediciones.
Vagabundos
Aquí no hay dudas: los dos vagabundos son Verlaine —lastimero hermano— y Rimbaud. Luego éste soñaba con devolver a su amigo al «estado primitivo de hijo del Sol». Optimismo amoroso.
satánico doctor Rimbaud utiliza esta misma expresión para designar a Verlaine en Una temporada en el infierno.
el vino de las cavernas El agua, si tienen razón los comentaristas.
Siempre cabe la sospecha de un error de escritura o un juego con ‘tavernes’, tabernas.
Ciudades
Según Antoine Adam, esta vez sí que nos hallamos en una ciudad concreta: Estocolmo.
Las pruebas que aporta el editor francés en dicho sentido son convincentes, por más que ciertos detalles (los precios en rupias, por ejemplos) no acaben de encajar. ¿Por qué no pensar en otra ciudad utópica, imaginada con tantos datos de Estocolmo que se confunde con ésta?
Hampton Court Palacio Tudor del siglo XVI, a 23 kilómetros de Londres.
Nabucodonosor noruego Según Antoine Adam, el general Bernadotte, artífice de la anexión noruega por Suecia.
son ya más orgullosos que Falta una palabra en el manuscrito.
un brazo de mar, sin barcos, arrastra su capa de fino granito
azul entre muelles cargados de candelabros gigantes
Según Antoine Adam, en Estocolmo había una canal por el que no circulaban los barcos, porque dos puentes lo impedían. En las fotos antiguas se ven los candelabros de alumbrado público que menciona Rimbaud.
quince mi pies de diámetro aproximadamente El texto no deja lugar a dudas: 15.000 pies de diámetro, es decir no menos de 4.500 metros, tómense los pies que se tomen.
nababes Hombres riquísimos.
condado Según advierte Antoine Adam, las divisiones administrativas suecas también se denominan «condados», como en Inglaterra.
Veladas I
Este poema es el más antiguo de los que se vienen agrupando bajo el nombre de «Veladas». En el original francés hay todavía una leve concesión a la rima en las últimas palabras de cada párrafo, lo cual nos sitúa la obra en la época en que Rimbaud pretendía fusionar verso y prosa (1872).
Veladas II
Estamos de nuevo ante la descripción de un momento alucinatorio.
Veladas III
La habitación se convierte en barco.
steerage Es palabra inglesa. Rimbaud escribió primero «sur le pont» (en el puente), que luego sustituyó por «steerage». Luego cabe deducir que la palabra, aquí, se refiere a la zona de entrecubiertas, donde viajan los más pobres. Supongamos que Rimbaud utiliza la palabra inglesa precisamente para especificar este último aspecto —no implícito en el término francés «sur le pont», mucho más amplio.
«Mística»
Según Antoine Adam, Rimbaud describe aquí un «Juicio Final » de los que tanto abundan en la pintura antigua.
Hay poemas en que Rimbaud fuerza su estilo —las imágenes, la sintaxis, la puntuación— hasta los límites de lo inteligible. Éste, sin duda, es uno de ellos. Lo cual nos dejan ante la opción de apreciarlo por su potencia evocadora o, lisa y llanamente, darlo por irrecuperable.
Alba
wasserfall En alemán (donde se escribiría con mayúscula inicial), ‘caída de agua’, ‘catarata’. ¿Cabe, por esta palabra, suponer que Rimbaud nos describe un paisaje alemán? El poeta estuvo en Stuttgart en 1875.
Nocturno vulgar
Poema emparentado con «Veladas». Es también una alucinación.
operísticas En francés, ‘opéradiques’, palabra que estaba en uso en tiempos de Rimbaud (la hallamos, por ejemplo, en Goncourt), pero que no forma parte del léxico francés actual.
rotación En francés, ‘pivotement’, que no existe ni ha existido nunca. ‘Pivoter’ significa «girar sobre su eje», lo mismo que ‘rodar’ en castellano «dar vueltas un cuerpo alrededor de su eje» (DRAE).
complicados contornos En francés, ‘contourné’. En el diccionario Robert, que trae como ejemplo precisamente esta frase de Rimbaud, vemos que la palabra significa «de complicado contorno», no «contorneado».
Solima Jerusalén.
arboledas Véase lo dicho con respecto a esta palabra y la francesa ‘futaie’ en la correspondiente nota de «Después del diluvio».
Marina
Poema escrito sin ritmo ni rima, pero conservando la estructuración en versos.
Hacia los pilares del bosque, — / Hacia los troncos del embarcadero
Desde el principio del poema se están mezclando las imágenes marítimas con las de cultivo del campo. En este punto culmina la fusión: el bosque tiene pilares y el embarcadero, troncos.
Fiesta de invierno
girándula Según la Academia, «rueda de cohetes que gira desperdigándolos».
Rechonchas siberianas En francés, «rondes Sibériennes», que también se podría entender «rondas siberianas» —como no deja de hacer algún traductor—, si no fuera porque ‘Sibériennes’ va con mayúsculas y, por consiguiente, es gentilicio.
Boucher François Boucher (1703-1770). Pintor francés, maestro de la pintura galante.
Angustia
Según Antoine Adam, lo primero que hace falta para empezar a entender un poco este «texto difícil» es convencerse de que «Ella» es la Vampira. Quizá. La Vampira sería la comodidad, el abandono de los ímpetus juveniles. Pero la franquicia inicial no se recupera por el éxito, ni por los logros de la ciencia, ni por los afanes socializadores (meros accidentes). No queda más remedio que huir hacia el riesgo, si queremos ser fieles a nues tra propia juventud. Pero, más que ninguna otra cosa, lo que verdaderamente dificulta la comprensión de este poema es, dicho sin paliativos, su pésima redacción. Se trata de otro fragmento más de los incluidos en Iluminaciones sin repaso —ni, recuérdese, conocimiento— del autor. Los poetas, en sus malos momentos, se convierten en su propia caricatura.
inhabilidad Calco de ‘inhabilité’, que tampoco existe en francés.
Metropolitano
Muchos entienden que Rimbaud habla aquí del metro de Londres. ¿De visiones evocadas por un trayecto en metro?
Desde el estrecho de Índigo a los mares de Ossian Ossian (mejor escrito, Oisín) es un legendario bardo gaélico del siglo III. Nada nos ha llegado de su obra. En 1762, un tal James Macpherson montó un fraude famoso, publicando como poemas de Oisín hallados en viejos manuscritos unos textos de sus propio caletre. El engaño tardó en descubrirse, y poemas como «Fingal» y «Temora» ejercieron notable influencia en el arranque del movimiento romántico, en su vertiente más nacionalista. Goethe los tuvo en gran aprecio.
Más tarde, ya en el siglo XIX, se demostró que los manuscritos supuestamente traducidos del gaélico eran lo igual y contrario: burdas traducciones al gaélico de poemas ingleses compuestos por el propio Macpherson… La posible fecha de «Metropolitano» suscita perplejidades en quienes defienden que Rimbaud no volvió a escribir una línea tras su pelea con Verlaine (1875). En efecto, el poeta parece referirse aquí al mar de Java (el estrecho de Índigo) y, desde luego, a las aguas que median entre Escocia e Irlanda (únicas que pueden recibir el nombre de «mar de Ossian»). Como Rimbaud no anduvo por aquellos parajes hasta 1876, a su regreso de la breve aventura legionaria, podría resultar que «Metropolitano» fuera posterior a 1875. Anatema, para muchos.
Del desierto de asfalto huyen en línea recta a la desbandada
con los estratos de brumas escalonados en franjas
horrorosas en el cielo que se va encorvando, que retrocede
y baja, constituido por la más siniestra humareda negra
que puede producir el Océano de luto, los cascos, las ruedas,
las barcas, las grupas. Otro párrafo sin suficiente retoque por parte del autor. El alejamiento entre el verbo
(«huyen») y el sujeto («los cascos, las ruedas, las barcas, las grupas») entorpece grandemente la comprensión.
planos de guisantes Debe entenderse ‘planos’ en el sentido de superficies planas paralelas al horizonte, dentro de la perspectiva de un cuadro pictórico.
las atroces flores que alguien podría llamar amores y primores,
Damasco dañoso de lánguido Rimbaud se burla de las rimas convencionales y fáciles: flores / amores / primores («Fleurs, coeurs, soeurs, en francés: «flores, corazones, hermanas »). También, un poco, en la frase siguiente, de las aliteraciones rítmicas que tanto gustaban a Verlaine: «Damas damné de langueur», en francés.
Bárbaro
El pabellón de carne sangrante sobre la seda de los mares y de las flores árticas Por los colores, podría referirse a la bandera sueca o la noruega.
Curado de las viejas charangas del heroísmo Según Antoine Adam, referencia a su paso por el ejército. Bien podría aludir a sus fantasías de antaño.
lejos de los antiguos asesinos Según Antoine Adam, Rimbaud no se refiere aquí a sus antiguos compinches de droguerías y demás mudanzas. Lo que nos está indicando es que en el ejército no ve más que asesinos. No parece una conclusión bien razonada, en este caso. El poeta puede perfectamente referirse
a sus compañeros de pasión (pasada).
Las ascuas, que llueven a ráfagas de escarcha Géiseres, según casi todos los comentaristas.
Lejos de los antiguos toques de retreta En francés, «loin des vieilles retraites», que también podría traducirse «lejos de los antiguos retiros». Pero Rimbaud matiza «que se oyen», y los retiros no se oyen; las retretas, sí.
Saldo
Clara oferta de intenciones poéticas abandonadas. Una relación de todas las esperanzas muertas para rimbaud. En otros poetas, un texto así no sería digno de mayor crédito. «Volverás a las andadas», pensamos (y vuelve). Ejercicios retóricos. Rimbaud dejó de escribir, para siempre.
opulencia incuestionable En francés, «opulence inquestionable », donde los expertos franceses ven un anglicismo incompleto (de ‘unquestionable’). Aquí, la Academia viene recogiendo ‘incuestionable’ por lo menos desde la décima cuarta edición de su diccionario.
Fairy
‘Fairy’ es ‘hada’ en inglés. A juzgar por el último párrafo del poema, Helena es bailarina.
En el manuscrito, el título va seguido del signo ‘I’, lo que supone al menos la intención de escribir una segunda parte.
ornamentales Rimbaud escribe ‘ornamentales’, en lugar de ‘ornementales’, que es la grafía francesa correcta. Otro anglicismo.
Después del momento del canto de los leñadores al rumor
del torrente bajo la ruina de los bosques, del repicar de las
reses al eco de los valses, y de los gritos de las estepas Frase ininteligible, según exegetas y expertos… Enrevesada, sin duda, por la retorcida manera que Rimbaud tiene a momentos de las cosas decir. Pero no más que otros párrafos suyos, sometidos, en cambio, a magníficas glosas por parte de los especialistas más imaginativos. Yo veo un complemento circunstancial, puesto entre puntos y aparte, separado de su oración principal.
II. Guerra
El signo ‘II’ permite suponer que había una primera parte (o que el poeta pensaba utilizar este poema como segunda parte de otro ya escrito, y que luego se olvidó de efectuar la necesaria enmienda: no nos cansaremos que recordar que Iluminaciones no fue revisada nunca por Rimbaud).
la inflexión eterna de los momentos y el infinito de las matemáticas
En el otoño de 1875, Rimbaud acarició la idea de terminar su bachillerato de ciencias. Por otra parte, parece que ‘inflexión’ está empleado aquí en el sentido de ‘sucesión’.
Pienso en una guerra, justa o injusta, de lógica muy imprevista
En 1875, Rimbaud tuvo el impulso —contenido a tiempo— de enrolarse en el ejército carlista español.
Juventud
Conjunto de cuatro poemas:
I Domingo
Quien habla dejado de lado lo que estaba haciendo (cálculos numéricos) y permite que la cabeza se le vaya en ensueños, recuerdos, ritmos poéticos. Es sólo un momento, antes de reanudar su tarea.
los forajidos languidecen Rimbaud emplea aquí la palabra ‘desperadoes’, anglicismo francés tomado del hispanismo inglés. Pero ‘desesperado’ no es buena traducción de ‘desperado’, que significa en inglés «fuera de la ley», «perseguido por la justicia». Forajido.
II Soneto
El título de debe al hecho de que el texto manuscrito ocupa catorce líneas.
Pero ahora, colmada esta labor, tú, tus cálculos, tú, tus impaciencias
— ya no son más que vuestro baile y vuestra
voz, no establecidos y nada forzados, aunque por razón de
un doble acontecimiento de invención y de éxito de una
temporada, — en la humanidad fraterna y discreta por el
universo sin imágenes; — la fuerza y el derecho reflejen el
baile y la voz que sólo ahora empiezan a valorarse Párrafo poco inteligible y no suficientemente pulido por el autor. Si no respetáramos la confusa puntuación de Rimbaud, el texto quedaría así: «Pero ahora —colmada esta labor— tú, tus cálculos, tú, tus impaciencias, ya no son [sois] más que vuestro baile y vuestra voz, no establecidos y nada forzados, aunque por razón de un doble acontecimiento de invención y de éxito de una temporada (en la humanidad fraterna y discreta por el universo sin imágenes), la fuerza y el derecho reflejen el baile y la voz que sólo ahora empiezan a valorarse».
III Veinte años
Si Rimbaud pinta en el texto su propia edad, este poema podría fecharse en 1874.
ingenuidad Entiéndase en el sentido latino de ‘ingenuitas’, condición del nacido libre, natural y no sujeto a corrupción.
garrarán En francés, «vont… chasser». ‘Chasser’, utilizado aquí como verbo intransitivo, tiene un acepción en la que significa ‘garrar’, y por ella se inclinan los comentaristas franceses. ‘Garrar’, según el diccionario de la Academia, «cejar o ir hacia atrás un buque arrastrando el ancla, por no haber ésta hecho presa, o por haberse desprendido, o por no sujetarla bastante el fondo». La imagen resultante es muy hermosa, pero no comprensible para el lector normal: ni los franceses saben lo que significa este ‘chasser’ intransitivo, ni los españoles que no tengan el mar por oficio conocen el verbo ‘garrar’. También habría sido admisible, con leve traición al sentido, traducir «se soltarán» o «cejarán».
IV
Todavía estás en la tentación de san Antonio La tentación de san Antonio, de Flaubert, se publicó en 1874.
holgorio En francés, ‘ébat’, que hoy en día no se escribe nunca en singular, aunque sí en tiempos de Rimbaud. Traduzco ‘holgorio’ para copiar el efecto arcaizante.
interés desrabado En francés, «zèle écourté». Admito que la traducción es algo osada, porque el verbo ‘écourter’ significa ‘acortar’ en casi todas sus acepciones, menos precisamente en la primera, que es ésta de «cortar el rabo a un perro o a una caballería». Entiéndase: la persona a quien Rimbaud se dirige (tal vez él mismo) ha sido despojada de su interés por las cosas. (No traduzco ‘zèle’ por ‘celo’ para evitar confusión: la
palabra francesa no puede significar ‘celo’ en su sentido de «apetito de la generación en los animales», como dice nuestro pintoresco diccionario.)
Promontorio
Epiro Zona de la península balcánica que abarca el norte de Grecia, el norte del golfo de Arta y la zona sur de Albania. Es región montañosa. Mencionada por Homero y Herodoto.
fanos En francés, ‘fanums’, latinismo que significa ‘templos’. Nuestra Academia recoge ‘fanos’ con idéntico sentido.
teorías En francés, ‘théories’, que hay que entender aquí en su sentido etimológico de ‘procesiones’. Entienda, pues, lo mismo el lector español.
Embankments En singular, esta palabra inglesa significa ‘dique’, ‘malecón’. En plural, suele aplicarse a las avenidas urbanas que corren a lo largo de los ríos, en especial del Támesis.
álamos de Alemania Les ocurre —parafraseo al propio Rimbaud— lo que a las flores del Ártico: no existen, ni en francés ni en castellano. Hay, sin embargo, «álamo de Berlín».
Scarbro’ Rimbaud escribe así el nombre de la población inglesa de Scarborough, que visitó en 1874. Los hoteles mencionados en el texto todavía existen.
Escenarios
Aquí, la comprensión viene muy dificultada por la extrema oscuridad de las imágenes y por la casi indiscernible estructura del texto. La clave podría estar en la relación entre el verbo ‘dividir’ (de la primera oración) y el título del poema. Si no he entendido mal, Rimbaud nos presenta, en alternancia, dos escenarios
distintos: Primer escenario: Avenidas de tablados (llenas de teatros). En ellas se entra por pasillos cubiertos de gasa, en pos de los acomodadores (los paseantes con farol y hojas —los programas de mano—). En estos cuchitriles aplastados por el peso de las pinturas del techo se representan escenas líricas con acompañamiento de flauta y tambor (las mismas escenas se representan en «clubes» modernos o «salas del antiguo Oriente», quizá cafés-teatro). Lo único que el teatro europeo genera es una división artificial del escenario, a base de decorados.
Segundo escenario: Un largo embarcadero (Rimbaud utiliza la palabra inglesa ‘pier’) al aire libre. El público evoluciona a sus anchas. Los actores son pájaros de misterio (recuerdo de Java) que se mueven encima de un pontón alzado sobre el mar de espectadores. La hechicería —la magia— se halla en libertad, aunque se module para un público de beocios —de bobos— que no acaban de entenderla. De hecho, se mueve por una línea en la que confluyen diversas culturas (a diferencia de lo que ocurre en el escenario europeo, donde la intersección no es más que arquitectura de decorados). En este segundo escenario (teatro abierto) parece haber imágenes mezcladas: del lejano Oriente (pájaros misteriosos) y de Grecia (anfiteatros), en cuanto cultura alienada de la actual por la distancia en el tiempo.
La antigua Comedia prosigue sus acuerdos y divide sus Idilios Un «idilio» es una forma de poema o representación teatral —y también un amorío—. Esta última acepción de la palabra se estaba imponiendo en tiempos de Rimbaud, a partir de los leidísimos Idilios del rey de Alfred, Lord Tennyson. La frase puede entenderse así: la antigua comedia respeta sus compromisos tradicionales (sus acuerdos), y todo lo que fuera de ellos emprende se reduce a simples amoríos sin enjundia. Caben, desde luego, lecturas distintas. El texto presenta una gran variedad de cabos sueltos, como tantos otros incluidos en Iluminaciones sin suficiente repaso por parte del autor.
Atardecer histórico
jugamos a las cartas en el fondo del estanque, espejo evocador
de las reinas y de las favoritas, están a nuestra disposición
las santas, los velos y los hilos de armonía, y los cromatismos
legendarios, allá por el crepúsculo Relación de ensoñaciones que para Rimbaud son retrógradas y negativas.
Esclavo de su visión, — Alemania se levanta andamios en
dirección a ciertas lunas; los desiertos tártaros se iluminan
— las revueltas antiguas hormiguean en el centro del Imperio
Celeste, junto a las escaleras y los sillones de reyes —
un pequeño mundo descolorido y plano, África y Occidentes,
va a edificarse La caótica estructura de este párrafo, en nada aclarada por el chaparrón de puntos y de comas y de guiones, estorba la comprensión. Puede querer decir: el hecho de que el ingenuo turista sea esclavo de su visión (de trivialidades dulzonas) hace que el mundo que va a edificarse resulte descolorido y plano —mientras que en otros sitios (Alemania, los desiertos tártaros, el Imperio Celeste) se preparan otros
acontecimientos.
los sillones de los reyes En francés, «les fauteuils des rois». En el manuscrito también podría leerse ‘rocs’, en lugar de ‘rois’, y algunos editores lo hacen.
Nornas Diosas de la mitología escandinava presentadas a los franceses por Leconte de Lisle en su La Légende des Nornes. Son tres. Una fija las leyes, otra crea la vida, la tercera decide el destino de los mortales.
Bottom
Este poema, según se ve en el borrador, iba a llamarse «Metamorfosis ». En efecto, se trata de una sucesión de cambios.
«Bottom», además de significar ‘fondo’ en inglés, es el nombre de una persona que en El sueño de una noche de verano se ve convertida en asno.
petral En francés, ‘poitrail’, que es, en zoología, palabra específica para el pecho de los cuadrúpedos. A falta de equivalencia en castellano, traduzco ‘petral’ para mantener la sugerencia cuadrúpeda.
H
Poema en forma de charada o adivinanza. Las soluciones propugnadas van desde la masturbación a la homosexualidad, pasando por el hachís y la prostitución.
violan Entiéndase «fuerzan».
vigilancia de una infancia Idéntica cacofonía, quizá voluntaria, en el original francés.
se descorpora Verbo calcado del francés ‘décorporer’, invento de Rimbaud. Hay que entender lo contrario de ‘corporar’, es decir ‘disgregar’, separar dos o más cosas para que no formen cuerpo.
hidrógeno claro En francés, «hydrogène clarteux». Todos los comentaristas coinciden en traducir por ‘gas’. El adjetivo ‘clarteux’ no está en los diccionarios, pero parece ser que corresponde a una de las jergas romance del Mosela y que significa ‘claro’. El «hidrógeno claro» sería, sencillamente, la luz de gas. Como el lector, a estas alturas del texto, ya habrá comprendido, Rimbaud gozaba con estas retorceduras del lenguaje.
Movimiento
codaste «Madero grueso puesto verticalmente sobre el extremo de popa de la quilla». La palabra que Rimbaud emplea en francés, ‘étambot’, es rarísima.
Strom En alemán, corriente de agua.
el sport y el comfort Dejo ‘sport’ en inglés porque en tiempos de Rimbaud todavía no se había incorporado esta palabra a la lengua francesa —ni mucho menos ‘deporte’ a la española—. En cuanto a ‘comfort’, respeto la grafía inglesa de Rimbaud, que también en España prevaleció durante muchos años (con pronunciación ‘cómfort’). Los franceses cambiaron más tarde a ‘confort’, y nosotros los seguimos, tanto en la ene como en la acentuación sobre la última sílaba.
Pues, por la charla entre los aparejos, — la sangre; las flores,
el fuego, las joyas — / Por las cuentas agitadas en la
orilla fugitiva, / — Se nota, avanzando como un dique más
allá de la fuerza hidráulica motriz, / Monstruoso, iluminándose
sin fin, — su stock de estudios El párrafo se entiende mejor si le cambiamos la puntuación: «Por la charla entre los aparejos (la sangre; las flores, el fuego, las joyas), por las cuentas agitadas en la orilla fugitiva, se nota (avanzando como un dique más allá de la fuerza hidráulica motriz, monstruoso, iluminándose sin fin) su stock de estudios.» ‘Su’ de los pasajeros, claro está.
stock Lo dejo en inglés, como hice con ‘sport’, porque la palabra aún no se había incorporado a la lengua francesa, aunque se viniera usando desde el siglo XVII.
Devoción
A mi hermana Louise Vanaen de Voringhem: — Su toca
azul vuelta hacia el mar del Norte. — Para los náufragos
Esta Louise podría ser una monja flamenca del hospital de Bruselas donde estuvo internado Rimbaud. Rezarle —tenerle devoción— sería de utilidad para los náufragos. Recuerdo al lector que en castellano, lo mismo que en francés, ‘devoción’ rige preposiciones distintas según se destine a los santos o vírgenes (‘a’ / ‘à’) o a las personas (‘por’ / ‘pour’). «Tener devoción a san Antonio», «sentir devoción por Mahatma Gandhi». Rimbaud utiliza, a partir del título, la preposición ‘à’, que respeto en la traducción.
Voringhem No es topónimo conocido. En Noruega existe un turístico fiordo llamado Voringfloss, y Rimbaud bien pudo visitarlo. Pero la interpretación a que da lugar esta sugerencia se opone a todas las glosas oficiales. Rimbaud no escribió con posterioridad a su viaje por los países nórdicos.
A mi hermana Léonie Aubois d’Ashby. Bau — la hierba de
verano zumbadora y apestosa. — Para la fiebre de las madres
y de los niños La hermana Léonie también podría ser una monja (ahora de hospital inglés, por lo de Ashby). Lo raro, comenta Antoine Adam, es que una monja inglesa se llamara Léonie.
Podemos preguntarnos varias cosas. Primera, por qué tiene que ser otra monja, no consistiendo el poema en una enumeración de hermanitas de la caridad. Segunda, si «Aubois d’Ashby » no es juego o error, y quiere decir sencillamente «au bois d’Ashby», «en el bosque de Ashby» (con lo cual quedaría aclarada la mención de la hierba). Tercera: si esta Léonie no sería una muchacha que paseara con Rimbaud por algún bosque, de alguno de los diez ‘Ashby’ que existen en Inglaterra.
Lo cual desemboca en la cuarta pregunta: si la «fiebre de las madres y de los niños» no lleva intención erótica. En cuanto a ‘bau’, podría ser, según el rimbaldólogo Yves Denis, simple transliteración de la palabra inglesa ‘bow’, ‘inclinación’, ‘reverencia’.
A Lulú, — demonio — que conserva una afición a los oratorios
de tiempos de Les Amies y de su educación incompleta.
¡Para los hombres! Transcribo las notas que a este párrafo pone Antoine Adam: « …Esta Lulú es una mujer. Pero ha recibido una educación incompleta. Es lesbiana, y Rimbaud lo da a entender evocando el pequeño volumen sáfico de Verlaine, Les Amies. A esta Lulú, Rimbaud la manda con los hombres, para que la curen».
La nota de Adam lleva un tufo machista y un desprecio de la homosexualidad femenina que hoy en día se nos antoja inconcebible en un homosexual masculino, pero que —no lo sé— bien puede haberse dado en el siglo XIX. Es cierto que los «oratorios de tiempo de Les Amies» suena capillas carnales, y que «educación incompleta» puede referirse a la época de los internados femeninos, famosos por sus ternezas, pero no puedo estar de acuerdo con la última parte de la interpretación. No me parece que Rimbaud mande a Lulú con los hombres, sino que la propone a éstos como objeto de devoción. En lo cual podría haber lo suyo de broma homosexual.
A la señora *** Además del nombre de la señora, falta alguna otra cosa en el texto.
Al adolescente A partir de este punto, se siguen enumerando devociones, pero su suprime su aplicación.
de culto memorial En francés, «de culte mémoriale», uso incorrecto de esta última palabra, que no puede ser adjetivo. Calco el error en castellano, donde ‘memorial’ tampoco puede ser más que sustantivo. La equivocación de Rimbaud procede sin duda del inglés ‘memorial’, ‘conmemorativo’.
Esta noche a Circeto de los altos espejos, grasienta como el
pescado, e ilustrada como los diez meses de la noche roja,
— (su corazón ámbar y spunk), — para mi única plegaria
muda como las regiones de la noche y precedente de intrepideces
más violentas que este caos polar Sobre Circeto no concuerdan los comentaristas, que tanto ven personas como lugares. En cuanto a la interpretación general del párrafo, digamos que domina la perplejidad.
Puedo equivocarme, pero veo en este fragmento una alusión a contacto con prostituta: esta noche toca rendir culto a una tal Circeto, en una habitación con espejos altos; el maquillaje la hace grasienta: va pintarrajeada como un paisaje de noche solar; tiene un corazón perfumado y ardoroso. A la cual Rimbaud reza una única oración, muda como esas regiones sin sol diurno, y que no le sale sin violentarse. Llevado por esta interpretación, traduzco ‘glaces’ y no por ‘hielos’, como también era posible y han hecho los demás traductores. Es verdad que hasta los expertos franceses entienden aquí ‘hielo’; pero creo que es por influencia de la segunda parte del párrafo, en que se habla de los parajes nórdicos.
spunk En inglés, ‘yesca’.
A toda costa y con todas las músicas, incluso en los viajes
metafísicos. — Pero ya no de entonces Según Antoine Adam, Rimbaud se declara dispuesto a todas las devociones, menos, precisamente, a las de entonces, las de su niñez (la religión oficial).
Democracia
nuestra jerga ahoga el tambor El tambor cuyo ruido se ahoga no es el de los soldados, sino el de los indígenas que viven en el paisaje inmundo.
En los países especiados Hay una expresión parecida («llanuras especiadas») es «Vidas I».
Reclutas de la buena voluntad En francés, «conscrits du bon vouloir». Quizá «soldados voluntarios».
¡Adelante, mar! En francés, «En avant, route!». Lo normal habría sido «En avant, marche!», pero, como dice Antoine Adam, Rimbaud cambió a ‘route’ porque acababa de escribir ‘marche’ en la frase anterior.
Genio
Yves Bonnefoy (Rimbaud, Éditions du Seuil, Paris, 1961) afirma que «Genio» es uno de los poemas más bellos de la lengua francesa. «Genio es un acto de intuición conmovedora, el instante de visión sin tinieblas en que un pensamiento culmina».
Dentro de la falta de estructuración por parte del autor que hay en Iluminaciones (recuérdese que el libro está montado por otras personas y que ni siquiera sabemos si Rimbaud había compuesta una obra unitaria con estos poemas), «Genio» es un final posible. O, al menos, supone el remate de otros muchos fragmentos parecidos que contiene la obra. ¿Quién es este genio que salvará a los hombres? Acogiéndonos a la «teoría general» del pensamiento de Rimbaud, puede tener razón Antoine Adam: «es el alto Amor que actúa en el corazón del universo… Cristo de los nuevos tiempos ». Salvador que no se marchará a ningún cielo, cuyo regreso no es menester aguardar, porque vive aquí, porque la redención está hecha, «con ser él, y ser amado». Louis Forestier, en edición de las obras completas de Rimbaud para Gallimard (1984), escribe: «He aquí el evangelio de los tiempos nuevos. El poema guarda relación con el iluminismo social y democrático que Rimbaud pone a menudo de manifiesto: ciertas palabras clave están cerca del Evangelio de Zola, y a veces llegan a ser idénticas».
Y, terminando por quien empezamos, Bonnefoy nos comunica su entusiasmo: «“Genio”, con el ardor dichoso e intermitente del éxtasis, evoca en su paso rápido, en el momento en que se deja entrever, en que también puede borrarse, en que existe de veras, un ser que ya no conoce límites, ni lugar, ni achaques temporales, porque es, a la vez, el presente y el porvenir y el infinito viaje por el espacio; que es la eternidad, con tal que por esta palabra entendamos no ya la condición separada, el estado, para nosotros fijo, de las divinidades revocables, sino una facultad perfectamente inmanente…» Rimbaud describe su anhelo con palabras poéticas exactas. Cualquier anhelo, para siempre.
Y si la Adoración se va, dice, su promesa dice Cabe suponer que Rimbaud olvidara tachar uno de los dos ‘dice’, tras haber vacilado en la colocación del verbo.
FUNTES:
http://www.lamaquinadeltiempo.com/Rimbaud/indexrimb.htm